Luis Bárcenas “miente sistemáticamente”. “No estoy amnésica ni nada por el estilo, a todo lo que aquí se ha preguntado yo he declarado en sede judicial y con mucho más rigor”. Así se pronunció ayer jueves la ex secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en la comisión del Congreso que investiga la operación Kitchen y donde se acogió a su derecho a no responder a las preguntas de los comisionados sobre la trama supuestamente organizada desde el Ministerio del Interior para espiar al extesorero popular. La exministra se dedicó a atizar a quien fue su compañero de partido, apuntando que hasta en 13 ocasiones no dijo la verdad en sede judicial y que “basar actuaciones judiciales y también políticas” en “declaraciones de personas como él no hace ningún bien a la democracia”. Eso sí, Cospedal se cuidó de no citar en ningún momento a Bárcenas por su nombre ni su apellido y se referió a él como “esa persona” o “la persona que fue gerente y tesorero del PP”. Pese a que el juez la declaró exenta de toda responsabilidad, la Fiscalía, el PSOE y Unidas Podemos recurrieron la decisión y el asunto sigue abierto.

Aprovechando la intervención del diputado de EH Bildu Oskar Matute, la exdirigente del PP recordó que Bárcenas fue condenado, en un asunto que llegó hasta el Tribunal Constitucional, por haber tenido una “intervención ilegítima” en su “derecho al honor”. “Se le condenó a cesar en esa actitud y a no volver a proferir injurias contra mí”, relató, evocando que también se le castigó a pagarle 50.000 euros que, dijo ella, no le ha abonado. Y prosiguió: “Esa misma persona que usted decía que yo digo que miente, y lo reafirmo aquí, dio lugar a una pieza separada”, aseveró en alusión al juicio de los ordenadores sobre el borrado de la información de los que usaba Bárcenas en Génova, causa en la que “se demostró que había mentido”.

También mencionó Cospedal la presunta adjudicación irregular de un contrato de basuras en Toledo que tuvo lugar cuando ella acababa de ser nombrada líder del PP en Castilla-La Mancha, “cinco años antes” de que fuera presidenta de esa comunidad y “uno antes” de que llegara a la Secretaría General. “Hubo una sentencia absolutoria y eso dio lugar a otras demandas de otras personas que también le ganaron a Bárcenas”, abundó.

Matute matizó a Cospedal que la corrupción cuesta 90.000 millones al año según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AiRef). “Esos millones sí que no aparecen nunca, como la chica de la curva”, deslizó, antes de agregar que el Estado gasta en perseguir la corrupción unos 45.000 euros anuales. “Seguro que ahí es donde encontramos motivo y razón para ese tipo de comisiones y lamentamos que el silencio se imponga frente a la transparencia”, lamentó el dirigente de Bildu. Cospedal le afeó que su inmunidad parlamentaria le permitía decir esas cosas dentro del Congreso, pero que si las decía fuera ella podría emprender acciones legales contra él. “Yo no sé de dónde viene usted, o sí lo sé, lo sabemos muchos, pero de donde yo vengo eso quiere decir que puedo entablar una acción judicial, no otro tipo de acción con armas o con otras cosas...”, le espetó, ante lo que Matute se limitó a reiterar que él viene “de un barrio de Bizkaia”.

Previamente, Cospedal rompió su silencio para responder al diputado de Junts Josep Pagés, por sus dos afirmaciones. En primer lugar, para sostener que ella no entró en política para “meter la mano en la caja”. Después, hizo una defensa férrea de la operación policial del 1-O en Catalunya.

El socialista Felipe Sicilia indicó que Cospedal “prefiere pasar el bochorno” de no declarar en la comisión Kitchen y “quedar como alguien que desprecia esta Cámara” porque “tiene mucho que tapar” ante “el peligro de que se pueda demostrar que sus palabras son falsas”. Luis Santamaría, del PP, replicó su argumentación tachándola de “fabulación” propia de “guionista de película”.