Pere Aragonès quiere amarrar a toda costa la continuidad de la mesa de diálogo con el Estado y blindarla de vaivenes como la detención de Carles Puigdemont el pasado jueves en Cerdeña. Por eso, ayer lunes el president desvinculó al Gobierno español de cualquier maniobra de arresto del president en el exilio y aseguró que su breve arresto se debió a la acción de la “cúpula judicial” española. De esta manera, Aragonès respondió al propio Puigdemont, que en la rueda de prensa que ofreció el pasado sábado en Alguer acusó directamente a Pedro Sánchez de estar detrás de este nuevo intento de extradición.

Tras este episodio, las aguas vuelven poco a poco a su cauce y el líder de Junts pudo regresar ayer lunes a Bruselas sin ningún tipo de impedimentos, aunque regresará a la isla el próximo 4 de octubre para comparecer ante el tribunal italiano.

Mientras tanto, el actual titular del Govern redobló ayer lunes su apuesta por el diálogo con el Ejecutivo de Sánchez a pesar de la detención de Puigdemont. En declaraciones a TVE y Ràdio 4, Aragonès evitó culpar a Moncloa de este incidente y achacó a los poderes judiciales las maniobras para tratar de extraditar al expresident.

Así, el dirigente de ERC se negó a especular sobre si el Gobierno español sabía o no que el arresto en Cerdeña iba a producirse, pero añadió que no le “consta” que en la Moncloa estuviesen detrás de la operación, aunque “les corresponde a ellos explicarse”. A quien sí apuntó como responsable de la “represión” contra el independentismo es a la “cúpula judicial” española, que “sigue haciendo presión” para que el conflicto catalán “solo se gestione por la vía penal”, y no en una mesa de diálogo político.

Por tanto, Pere Aragonès achaca a los magistrados españoles los intentos de extraditar a Carles Puigdemont y las maniobras con las euroórdenes. Ante este aparato judicial que mantiene una línea represiva, el Gobierno del Estado no puede hacer ver que no va con él, sino que debe entender que con los indultos no ha acabado la solución a la represión y que serán necesarias más decisiones como una ley de amnistía”, argumentó el jefe del Govern.

Asimismo, Aragonès negó que Puigdemont le instara a poner fin a la negociación con el Estado en el encuentro que mantuvieron en Alguer el pasado sábado. En cualquier caso, el president reivindicó “más que nunca” esta vía de diálogo, convencido de que el conflicto se acabará resolviendo de forma negociada. “Cuando abrimos la vía política, la hemos de defender”, subrayó, comprometiéndose a “mantener el rumbo” de las vías bilaterales.

“Yo continuaré, es la única vía para resolver el conflicto político”, remarcó, aunque también advirtió de que en un proceso de negociación tan “complejo” habrá “muchos momentos” en los que las partes tendrán “las inercias para volver al punto de partida”. Aragonès puede entender el “escepticismo” de Junts ante un proceso de negociación “extremadamente complicado”, pero a su juicio hay que “persistir” y, “si alguien tiene otras propuestas” está “dispuesto a escucharlas”.

los comunes apoyan a aragonès

Por su parte, en la confluencia catalana de Podemos cierran filas con el president en lo que concierne a la mesa de diálogo y le animan a no dejarse arrastrar en este asunto por los postulados de sus socios de Junts. En esa línea, su portavoz Joan Mena afirmó que el arresto de Carles Puigdemont “refuerza la necesidad del diálogo” entre gobiernos para buscar soluciones al conflicto político.

Según indicó Mena en una rueda de prensa, “el diálogo es tan importante que llevará avances incluso para los partidos que no creen en él, que se autoexcluyen y que quieren dinamitarlo, como es el caso de JxCat”.

También se refirió al diálogo y a la detención de Puigdemont el exvicepresidente Pablo Iglesias, que en declaraciones a Rac1 atribuyó lo ocurrido en Italia a “una operación de algunos jueces que todo el mundo conoce”. Así, sostuvo que el Gobierno español desconocía por completo esta maniobra a su juicio efectuada por el deep state (Estado profundo).

Por último, en Junts insisten en que el arresto de Puigdemont ha vuelto a poner en cuestión la mesa de diálogo. “No sirve para encarrilar el conflicto político, todo el mundo ha visto que es falso”, consideró la vicepresidenta de la formación, Elsa Artadi.

A su entender, lo ocurrido en Cerdeña pone en evidencia que la mesa, “en lugar de querer negociar”, está siendo “una mesa entre socios parlamentarios en Madrid”, en referencia al PSOE y a ERC. Según Artadi, la detención de Puigdemont en Cerdeña es “el mayor error” que ha cometido el Estado “desde el 1-O” porque las instituciones españolas “han mentido” a las instituciones europeas al decirles que las euroórdenes estaban desactivadas, cuando se ha evidenciado que no era así.

“La cúpula judicial hace presión para que el conflicto solo se gestione por la vía penal”

President de la Generalitat

“La mesa de diálogo está siendo una mesa entre socios parlamentarios en Madrid”

Vicepresidenta de Junts