El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha asegurado hoy que ha constatado con el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, que las posiciones políticas están muy alejadas, pero conscientes de que es un problema que no se va a solucionar pronto han coincidido en "trabajar sin plazos". El escollo principal es la exigencia independentista de autodeterminación y amnistía que Aragonés ha vuelto a plantear hoy.

Así lo ha afirmado el jefe del Ejecutivo español tras el encuentro de dos horas que ha mantenido con el presidente del Govern, con el que ha coincidido, según ha dicho, que "la mesa de diálogo es lo mejor para buscar soluciones".

Sánchez ha destacado que el problema se ha "larvado" en la última década y por lo tanto es mejor trabajar "sin prisa pero sin pausa y sin fechas". "Lo importante es avanzar sin poner fechas", ha remachado Sánchez.

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha asegurado que la mesa de diálogo entre gobiernos es el instrumento para solventar el conflicto político en Catalunya y, como asume que será una tarea complicada, igual que Sánchez, no le pone plazos aunque tendrá "reuniones periódicas y discretas". Aragonès ha admitido que las posiciones de partida son "muy distantes", pero espera ir avanzando.

El presidente catalán ha reclamado "tiempo y perseverancia", sin marcarse "plazos" concretos, para ir obteniendo "resultados" en la mesa de diálogo, en la que el Govern defiende una amnistía y un referéndum de autodeterminación. No obstante, Aragonès sí ha recalcado que a lo largo de este proceso de negociación debe haber "resultados, concreciones y avances".

Sánchez y Aragonés han sido los encargados de fijar la metodología y los contenidos del diálogo en su encuentro a solas que ha comenzado a las 15.00 horas y ha terminado unas dos horas más tarde.

La comparecencia se ha producido después de que ambos presidentes hayan saludado a sus respectivos equipos en el Patio de los Naranjos del Palacio de la Generalitat. Después, las delegaciones han comenzado su reunión, ya sin Sánchez y Aragonès.

Por parte del Gobierno, además de Sánchez, asisten a la mesa el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, encargado de coordinar los trabajos; la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz; la portavoz y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, y el de Cultura, Miquel Iceta, mientras que la delegación catalana está compuesta por Aragonès y los consellers Laura Vilagrà y Roger Torrent, después de que el presidente catalán dejara fuera a Junts de la mesa al rechazar su propuesta de nombres.

Este partido pretendía que asistieran junto al vicepresidente Jordi Puigneró, dos presos indultados (Jordi Sànchez y Jordi Turull) y su portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras.

Pero esa pretensión provocó una crisis entre los socios del Govern, Aragonès vetó a los tres últimos por no formar parte de su ejecutivo y JxCat se negó a retirar los nombres mientras culpaba de la "censura" a Moncloa.

La reducida delegación del Govern llevó en la noche de ayer a Moncloa a anunciar que reducía su delegación prevista y no participaría dos de los ministros que iban a estar presentes este miércoles en Barcelona, la de Transportes, Raquel Sánchez, y el de Universidades, Manuel Castells.

Recibimiento de Pedro Sánchez

Pedro Sánchez ha sido recibido con honores en el Palacio de la Generalitat por el president catalán. El coche oficial en el que se ha desplazado el presidente español ha accedido a la plaza de Sant Jaume y al descender del vehículo le ha recibido el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero.

Aragonès esperaba en la puerta del Palau al jefe del Ejecutivo y ambos se han saludado chocando sus puños y han pasado después revista a la formación de gala de la policía autonómica en el patio de carruajes que les han rendido honores.

Sánchez y el presidente de la Generalitat, protegidos por mascarillas, han charlado brevemente antes de subir la escaleras hasta la Galería Gótica del Palau, donde han posado para los informadores gráficos antes de acceder al despacho de Aragonès para mantener su reunión.