El PP ha exprimido hasta la última gota la polémica del verano: las vacaciones en Lanzarote del presidente español, Pedro Sánchez, mientras se producía la catastrófica victoria talibán en Afganistán y había que orquestar la repatriación de los ciudadanos del Estado atrapados en el país; y también mientras estallaba la crisis por la devolución de los menores marroquíes desde Ceuta. Aunque Sánchez ha regresado este viernes oficialmente de sus vacaciones, en realidad ya antes, el miércoles y el jueves, organizó dos reuniones telemáticas con sus ministros para ganar cierta presencia ante los medios de comunicación, pero no ha sido suficiente y el movimiento ha llegado tarde, tras haber despachado el asunto por Twitter. La batalla de la opinión pública se le tuerce al socialismo, también por algunos errores comunicativos que parecían anecdóticos, como las alpargatas de Sánchez en una de esas videoconferencias de trabajo.

En este contexto, este viernes se ha decidido que la Diputación Permanente del Congreso debata el miércoles las peticiones de comparecencia del presidente español y varios ministros para que rindan cuentas sobre la crisis de Afganistán y el incremento del precio de la luz, pero igualmente por otras cuestiones que no son de tan rabiosa actualidad y podrían no conseguir tanto apoyo. Las ha solicitado el PP, y el PSOE lanza señales de que podría haber algún movimiento y alguna explicación, y no se descarta que trate de fijar alguna comparecencia a petición propia para desactivar esta ofensiva. También está llamando a los grupos para informarlos, aunque Sánchez estará fuera, nuevamente, el propio miércoles y el jueves: iniciará un viaje a Kenia y Egipto.

En la línea de recuperar algo el terreno perdido en la batalla de la opinión pública, la ministra de Defensa, Margarita Robles, dejó la puerta abierta a que tanto Sánchez como los ministros comparezcan (“por supuesto”, dijo), pero quiso defender que llevan días “sin dormir” gestionando la crisis de Afganistán. Según argumentó, no han tenido minutos de televisión porque han optado por la discreción, para no poner en riesgo las vidas humanas ni que el operativo se filtrase a los talibanes, dijo en Radio Nacional de España.

En paralelo, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, se ha puesto en contacto con los principales grupos del Congreso. Entre ellos, según ha podido confirmar DEIA de fuentes del grupo jeltzale en el Congreso, ha llamado al portavoz del PNV, Aitor Esteban. Hasta ahí pueden leer en el grupo, sin revelar su sentido de voto.

PREOCUPACIÓN POR AFGANISTÁN

El partido jeltzale ha mostrado su preocupación esta semana con un comunicado oficial en el que denuncia la situación en Afganistán y pide a Europa y las Naciones Unidas actuar para acoger a los afectados. A finales del mes de julio, el PNV no apoyó una batería de comparecencias solicitadas por el PP porque no eran urgentes y eran genéricas. La mayoría de los ministros tienen previsto comparecer a petición propia en septiembre. Sobre las nuevas peticiones relacionadas con Afganistán, Robles dice que por supuesto que comparecerán, pero los socialistas se han mostrado dubitativos sobre el formato, sobre todo, en relación a que Sánchez comparezca ante el pleno, y se han deslizado otras opciones, como una explicación en un formato más discreto, en comisión, del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.

El PSOE tiene la sensación de que socios como los soberanistas catalanes podrían apoyar varias comparecencias y comienza a abrir la mano, mientras prepara otros golpes de efecto como la fotografía este sábado de Sánchez en Torrejón que va a escenificar el arrope de Europa al presidente. Sánchez reaparecerá en el centro de acogida de afganos, con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El PP ve marketing.

Cuando se le preguntó a Robles si ella o Sánchez comparecerían en caso de que lo solicitara la oposición, fue tajante: “Por supuesto. No tenemos duda. Comparecemos siempre, y el presidente también. Llevamos una semana prácticamente sin dormir, y no tanto yo, sino los hombres y mujeres de las fuerzas armadas. Ha habido prudencia, discreción, porque nos jugamos vidas humanas, porque hay una avalancha de personas y colaboradores españoles que están intentando entrar en el aeropuerto de Kabul, que no nos podemos permitir el lujo de que sean identificados por los talibanes. En política no vale todo”.

AFGANISTÁN, LA LUZ Y LA ALARMA

La Diputación Permanente del Congreso debatirá el miércoles a las 11.00 horas las peticiones exigidas por el PP. Algunas tocan temas más urgentes que otras, lo que podría provocar que, al menos, en ciertos casos no se viera justificada una convocatoria extraordinaria en periodo inhábil antes del 1 de septiembre. En el caso de Sánchez, el PP exige que informe sobre la crisis de Afganistán, y sobre las consecuencias del fallo del Tribunal Constitucional que tumbó el confinamiento en las casas dictado durante el primer estado de alarma. A Albares se le pide que informe sobre las elecciones en Nicaragua y sobre Afganistán.

El viaje de Sánchez a Estados Unidos está presente en la petición de comparecencia de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto. A la de Política Territorial, Isabel Rodríguez, se le pide que informe sobre la Comisión Bilateral con Catalunya; Raquel Sánchez, de Transportes, debería explicar lo tratado en ese encuentro; y Calviño y Ribera son requeridas por la situación de Naturgy, o el precio de la luz. La lista sigue con Carolina Darias (por incumplir el objetivo de vacunar al 70% de la población), María Jesús Montero (el rescate a la aerolínea Plus Ultra) y Pilar Llop (nacionalización de descendientes sefardíes).

Sánchez volverá a aparecer este sábado en Torrejón, en el centro de acogida de afganos, con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Mientras tanto, el PP volvió a quejarse de que Sánchez no haya llamado a su líder, Pablo Casado, sino que la interlocución tuvo lugar entre Bolaños y Cuca Gamarra.