Rojo, verde y blanco. Esos son los colores de la ikurriña, la bandera de todos los vascos. El rojo simboliza al pueblo, su aspa verde a la independencia y su cruz blanca, la concepción cristiana de la vida. Hace 127 años, un 14 de julio de 1894 la ikurriña fue izada por primera vez en los balcones de la nueva sede nacionalista vasca, el "Euskeldun Batzokija", situado en la confluencia de la bilbaina calle Correo y el Boulevard del Arenal. Según se recoge en la hemeroteca de la Fundación Sabino Arana esta bandera, diseñada por los hermanos Sabino y Luis de Arana Goiri, fue izada por el socio de más edad, el antiguo oficial carlista Ciriaco de Iturri, de entre los 94 fundadores de la naciente organización nacionalista vasca.

El domingo 15 de julio de 1894, se celebró en la basílica de Begoña, a las 9.00 de la mañana, la misa de inauguración, y a las 11,00, en los locales de la sociedad se procedió a nombrar su junta directiva, siendo nombrado presidente Sabino de Arana Goiri. Se constituía así el primer embrión de organización nacionalista vasca, con un planteamiento político Jaungoikoa eta Lagi Zarra; una sede social, Euskeldun Batzokija; y una bandera, la ikurriña.

A partir de este momento comienza a aparecer en distintos eventos. Así, en 1895 se iza por primera vez la ikurriña en un buque, en la popa del balandro Aketxe de Bermeo. En agosto de 1908, la ikurriña colocada en el batzoki de Begoña, recibió el saludo militar ignorante y despistado de Alfonso XIII cuando visitaba la localidad. En 1916 traspasó nuestras fronteras, apareciendo en Lausanne, en unos encuentros internacionales, llevada de la mano de Luis de Elizalde, que acudió en representación de Euzkadi .

En septiembre de 1923, al instaurarse la dictadura de Primo de Rivera, se prohibió cualquier bandera distinta a la rojigualda. Pese a ello, un año después de su prohibición los mendigoizales del Lenago Il lograron colocarla en el Pico del Fraile, en Orduña. En 1932 fue exhibida en el balcón de la Diputación de Gipuzkoa, durante el acto de la firma del Estatuto de Catalunya. Habrá que esperar hasta el 21 de octubre de 1936 para que el Gobierno de Euzkadi, a propuesta del consejero de Industria, el socialista Santiago Aznar, declare oficialmente a la ikurriña como la bandera vasca, ondeando en la sede del gobierno en el hotel Carlton de Bilbao hasta el 19 de junio de 1937.

El 9 de julio de 1921, en el centro Laurak bat de Buenos Aires, se izó por primera vez la ikurriña en representación de la totalidad del pueblo vaso, casi dos décadas después de su creación

MUESTRA DE IKURRIÑAS

En el Museo del Nacionalismo Vasco de Sabino Arana Fundazioa se conservan más de un centenar de banderas, pañuelos o insignias cuyo motivo central es la ikurriña, todas ellas recibidas mediante donaciones, así como un amplio archivo fotográfico donde se conservan momentos históricos importantes en la vida de nuestra bandera.

Se pueden destacar la ikurriña de papel que les entregaban a los niños que iban al exilio para despedirse de sus familias, recuperada de la tienda Perro Txiko en Bilbao; o el banderín conservado por Jesús Luisa Esnaola, responsable de la Ertzaintza en 1936; la ikurriña del batallón Intxarkundia, a la que le falta el cuadrante inferior izquierdo ya que fue conservada como botín de guerra en la sede de los carlistas de Tolosa, hasta que en 1967 un grupo de jóvenes logró recuperarla; la ikurriña de Amoroto, que se conservó gracias a la labor de Santi Zabala), ocultada en un falso tabique dentro de una caja de madera y que durante muchos años se utilizó como insignia de Amoroto en todos los Alderdi Eguna.

La ikurriña del batzoki de Galdames, escondida en una trinchera y en la cueva de La Comandante, recogida por Alejandra Yarto Galdames, quien la escondió en el interior de un edredón, y conservada posteriormente por su familia durante décadas; la ikurriña de la compañía Beti Aurrera del batallón Saseta, conservada durante más de cincuenta años en el Chateau de Arcangues, entregada por un gudari anónimo y que durante más de 56 años ondeó en el salón principal de la mansión: ni siquiera durante los cuatro años de ocupación alemana la enseña abandonó el mástil que estaba situado en un lugar preferente de aquella estancia; la ikurriña oficial que tenía el consejero Santiago Aznar en su despacho oficial de Caracas.

También son reseñables las de emakume de Areatza, Ea, Santurtzi o Burtzeña, esta última oculta durante la dictadura de Primo de Rivera, que volvió a ondear durante la República, posteriormente fue escondida y, tras la legalización, devuelta en un arca a su batzoki, después de haber sido izada en la localidad costera de Ea; la ikurriña de EAB de Lezama de 1932, entregada durante la guerra por la presidenta de EAB de dicho municipio y enviada a Iparralde a la sede del Gobierno de Euzkadi: cuando los alemanes entraron en Francia, Ramón de la Sota, padre, la envió a un convento francés donde estuvo custodiada por una monja de Azpeitia, y posteriormente Ander Barrutia la recuperó y la devolvió a las emakumes que la habían entregado; la del batallón Abellaneda Muñatones, conservada durante décadas por el comandante de dicho batallón, Martín Hurtado de Saratxo.

La ikurriña del batallón Irrintzi, que fue encontrada en el monte Gorbea en 1937 por un miembro de la familia Agirre de Gasteiz, quien la conservó hasta 1977, entregándola posteriormente a su comandante, Gabino Artolozaga; la que llevaba nuestro lehendakari Agirre en su coche oficial, conservada por su familia; la de Eusko Etxea de Santiago de Chile, escondida dentro de un colchón; la del batzoki de Antzuola; la que ondeó en Ilo-ilo en 1909; la que enarboló el barco Goizeko Izarra en su viaje desde Bilbao a Pauillac en 1937, llevando a bordo mujeres, ancianos y niños hacia el exilio.