El Gobierno vasco es un bloque de granito sin fisuras en lo que se refiere al traspaso del Ingreso Mínimo Vital. Solo hay una posición: piden al ministro Escrivá que la transferencia sea completa, de manera que las instituciones vascas, a través de Lanbide, asuman también "el reconocimiento y el pago" de la prestación social. Esta posición la comparte la parte socialista, y la vicelehendakari segunda y líder del PSE, Idoia Mendia, ha aclarado hoy en respuesta a EH Bildu que ella no contempla "que Lanbide sea una sucursal de otra administración".

Mendia ha evitado un tono de ruptura o confrontación con Madrid por las resistencias de Escrivá a cumplir lo pactado, y confió en que la oferta enviada desde el Gobierno español sea solo un primer tanteo desafortunado, y se pueda reconducir. Para lanzar la advertencia de que Euskadi no va a ser una mera sucursal, se limitó a utilizar ese término porque también lo había usado EH Bildu en su pregunta, aunque es significativo que Mendia no evitase repetirlo y utilizarlo a pesar de que sea una alusión más propia del vocabulario del PNV y la coalición abertzale.

Aunque Mendia ha evitado reiterarse demasiado en público con esta exigencia, sus palabras contribuyen a trasladar al Gobierno español, liderado por su propio partido, que la situación con este traspaso es insostenible. También desde Euskadi, Podemos se ha manifestado en las últimas horas a favor de que Escrivá reconsidere su posición.

El PNV ha elevado el tono hasta cuestionar su estabilidad como ministro, mientras Escrivá ha tratado de sortear la presión con un discurso plagado de formalismos en el último pleno del Congreso, asegurando que Lanbide "reconocerá completamente" las prestaciones, pero ocultando que, en realidad, plantea que el control último y la inspección la ejerza la Seguridad Social. Supondría que el Estado tuviera la última palabra sobre los pagos.

EH BILDU SE ALINEA CON PNV Y PSE

Las declaraciones de Mendia llegaron en el pleno del Parlamento Vasco después de que EH Bildu, por boca de Nerea Kortajarena, se alineara con el Ejecutivo de PNV y PSE para pedir ese traspaso íntegro y considerar insuficiente la propuesta de Escrivá. Se hizo eco del tira y afloja con esta transferencia, donde el freno lo pone Escrivá, frente al compromiso adquirido por el ministro Iceta con un traspaso completo. Kortajarena aseguró que está "de acuerdo" con el Gobierno vasco y le pidió que aclare si el traspaso será íntegro.

Mendia recalcó que están trabajando para que sea así, y que el IMV debe integrarse en el sistema de protección vasco con la Renta de Garantía de Ingresos.

Kortajarena insistió en que la propuesta de Escrivá "subordina totalmente la RGI al IMV" e, incluso, es "un torpedo al propio diseño que ha hecho en su propuesta de reforma de la RGI". "Ni queremos ni vamos a admitir convertirnos en una sucursal de España. Necesitamos garantías de que la transferencia se produce íntegra y sin más dilación", dijo.

Mendia coincidió en que no contempla que Lanbide sea una "sucursal de otra administración". "No vamos a asumir un traspaso que no conlleve la gestión completa e íntegra, en la parte del reconocimiento y el pago. Es una posición compartida del lehendakari, la consejera de Autogobierno y yo misma, que tengo que gestionarlo", dijo.

TREN DE ALTA VELOCIDAD

Por su parte, el consejero de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, Iñaki Arriola, del PSE, aseguró sobre el Tren de Alta Velocidad que su apuesta es el soterramiento en la entrada en Gasteiz pero, en respuesta a PP+C's, dijo que, si el TAV llega antes de que esté lista la nueva estación, ve "razonable" usar de manera "provisional" la actual estación de Renfe de la calle Dato sin renunciar al soterramiento.