Después de al menos tres años de reproches hacia Carles Puigdemont por, según el constitucionalismo, gobernar a la sombra desde Waterloo; el socialista Salvador Illa ha montado en Catalunya su propio Ejecutivo alternativo para retar al oficial de Pere Aragonès. Una forma, asegura el líder del PSC, de hacer marcaje al gabinete de coalición entre Esquerra y Junts con una "oposición constructiva" que se erija en política de cambio. Eso, cuando el Govern independentista no lleva ni un par de semanas en marcha. Desde el Palau Requesens de Barcelona, situado, como el palacio de la Generalitat, en pleno barrio gótico de Barcelona, el exministro de Sanidad se congratuló de ofrecer a la sociedad catalana el llamado "Govern Alternatiu de Catalunya: un buen Gobierno, que toque de pies en el suelo, centrado en utilizar eficientemente los recursos y las capacidades que tenemos a nuestro alcance". "Queremos que Catalunya acumule victorias, avances, ganancias. Una Catalunya en positivo, con fuerza, con determinación, con pacto y consenso", aseveró.

La propuesta de Illa tiene dos referentes claros: el shadow cabinetcomo contrapunto del Ejecutivo de Jordi Pujol. El líder de los socialistas catalanes afirmó que el suyo mirará en tres direcciones: Catalunya hacia dentro, hacia España y hacia Europa. "La agenda política será tan exigente como dialogante y leal con el Gobierno de España, poniendo el foco en recuperar el papel de impulso que hasta 2010 había tenido siempre Catalunya", avisó, retrotrayéndose al inicio del procés, cuando la Justicia española echó abajo el nuevo Estatut. De salida, Illa plantea cuatro propuestas de pacto -sobre la pandemia, los fondos europeos, el pluralismo y la renovación de altos cargos designados por el Parlament- y dos iniciativas "urgentes": la convocatoria de una mesa de diálogo entre partidos catalanes y un posicionamiento claro a favor de la ampliación del aeropuerto de El Prat. Su pacto sobre los fondos europeos incluye la creación de una mesa con sindicatos y patronales para hacer un seguimiento de los proyectos a financiar, otra mesa de coordinación con administraciones locales, entre las que se encuentran el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), las diputaciones y las entidades municipalistas. También plantea reuniones periódicas de seguimiento con la conselleria de Economía y revisar, actualizar y profundizar los proyectos presentados por el Govern.

Sobre pluralismo, Illa apuesta por la creación de una ley electoral catalana, bloqueada hasta ahora "por las formaciones beneficiarias" de la ausencia de una ley propia, así como la refundación de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), que pasaría por restablecer "sus misiones de servicio público" y por la renovación de sus órganos de gobierno, dos elementos que el PSC ve "irrenunciables". Como si de una disertación de investidura fuera, propuso renovar todos los altos cargos designados por el Parlament pendientes, entre ellos el Síndic de Greuges (Defensor del Pueblo catalán).