recibió el premio nobel de Literatura en 1945

Diversos estudios ponen en valor la conexión de la americana con lo vasco. Así, por ejemplo, un análisis de Carola Sepúlveda en la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación de Santiago de Chile, pone el foco en la proximidad que Mistral sentía con el pueblo español, su lengua y así como también su autodefinición como india vasca. “Todo ello es fundamental a la hora de comprender su relación con la guerra civil española, donde considero que a partir de la unión de estos diferentes elementos, la autora consiguió pronunciarse y desarrollar una forma de resistencia al dolor que le generó este conflicto”.

En ese sentido, la investigadora considera que la autodefinición de vasca utilizada por Mistral representó una forma de expresión de su compromiso intelectual, que entre otras cosas, le habría permitido pronunciarse en relación a lo que fue calificando como las atrocidades de la guerra civil. Al convertir esta autodefinición en declaración, a juicio de Sepúlveda, Mistral le confirió una especie de autorización simbólica a sus palabras, posibilitándole ensayar un lugar de identificación desde el que “como mujer cónsul latinoamericana pudiese pronunciarse como intelectual en la España de la época. Ejemplo de ello, fue una carta enviada a Pío Baroja, donde Mistral le decía: “Usted perdone, como vasco veraz, el descargo de esta india vasca”.

Una referente

Pero, ¿quién era Gabriela Mistral? Es el seudónimo de Lucila Godoy Alcayaga, nacida en Vicuña el 7 de abril de 1889 y fallecida en Nueva York, el 10 de enero de 1957. Fue poetisa, diplomática, profesora y pedagoga chilena. Por su trabajo poético, recibió el Premio Nobel de Literatura en 1945. Fue la primera mujer iberoamericana y la segunda persona latinoamericana en recibir el galardón sueco tras Carlos Saavedra Lamas.

La investigadora Palmira Oyanguren también ha estudiado la figura de esta mujer tan significativa no solo en la literatura, sino en el devenir político. “El 15 de noviembre de 1945, cuando la mujer no votaba aún en nuestro país, Chile, Gabriela Mistral, se convirtió en la primera poetisa y literata hispanoamericana galardonada con el Premio Nobel de Literatura. En tanto, en 1951 Chile le concedió el Premio Nacional de Literatura. Cinco años después”.

En palabras de Oyanguren, Mistral encontró en su apellido materno un motivo de adhesión al País Vasco. Sus vínculos con Euskadi y su simpatía por las luchas del pueblo vasco hicieron que cediera los derechos literarios de su obra de referencia Tala en beneficio de los niños y niñas vascos víctimas de la Guerra Civil. “El carácter universal de la obra de Mistral, no sólo es un patrimonio que enorgullece a Chile y a América en general. Su ancestro guipuzcoano, genealógicamente demostrado y la grandeza moral de su obra convierten a Gabriela Mistral en un valor cultural de Euskadi”, enfatiza y va mucho más lejos en su aportación. “La misma poetisa, y biógrafa de Lucila, Carmen Conde, la describe: “Gabriela tenía un andar reposado y la estatura prócer de su ascendencia vasca y aymará, toda sonrisa blanca sobre la tez dorada, con el alma en los ojos, unos ojos magníficos a flor de agua profunda”, subraya.

Al ofrendar los derechos de publicación, Mistral escribe: “Tomen ellos el pobre libro de mano de Gabriela, que es mestiza de vasco, y se lave Tala de su miseria esencial por este ademán de servir”. Agrega, “Es mi mayor asombro, podría decir también mi más aguda vergüenza, ver a mi América española cruzada de brazos delante de la tragedia de los niños vascos...”. A su juicio, el océano no sirvió como “desembarcadero para los pies de los niños errantes de la desgraciada vasconia. Los vascos y medio vascos de la América hemos aceptado el aventamiento de esas criaturas de nuestra sangre y hemos leído, sin que el corazón se nos arrebate, los relatos desgarrantes del regateo que hacían algunos países para recibir los barcos de fugitivos o de huérfanos”.

Afectada de cáncer, Gabriela Mistral falleció el 10 de enero de 1957 en el Hospital General de Hampstead, en Nueva York. “Sus restos fueron traídos a Chile el 19 de enero. Y actualmente, yace en el pueblo de Montegrande, en la Región de Coquimbo”, concluye Palmira Oyanguren.

Andoni de Soraluze, por su parte, recopila diferentes dedicatorias al pueblo vasco, al de su madre nacida en Chile, pero de ascendencia guipuzcoana. “A los hijos de Euzkadi, que vi en Londres. Su hermana de raza, Gabriela Mistral”. En otra apunta: “A Euzkadi, donde se reza el mismo Padre Nuestro a Jesucristo Nuestro Señor y a la concordia entre las almas libres”. Y una tercera: “A la sombra de nuestro árbol nos reuniremos cuando la libertad vetada vuelva a nuestra tierra bendita de ángeles y de hombres”.

Andoni de Soraluze, por todo ello, le acaba dedicando unas redondas palabras de reconocimiento: “A quién honró a la tierra de sus progenitores, y la tuvo presente en los aciagos momentos de la noche oscura y, con amor, luchó por la justicia, es por lo que hoy le recordamos”.

La madre de Mistral, Petronila Alcayaga Rojas, era una modista y bordadora de ascendencia vasca, lo que marcó a la ilustre chilena

Ganadora del Premio Nobel de Literatura de 1945, la poetisa falleció de cáncer en enero de 1957 en un hospital de Nueva York