El Gobierno vasco no lo ha dejado correr. La campaña de presión de la izquierda abertzale sobre la Ertzaintza no solo ha provocado una intensa disputa política, sino que ha pasado a tener consecuencias en el ámbito de la investigación policial. Tras varias jornadas marcadas por la proliferación de carteles contra la Policía vasca con la firma de Ernai (las juventudes de Sortu), y tras registrarse ayer domingo nuevos sabotajes en batzokis del PNV en Bizkaia, el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, anunció que la Ertzaintza ha abierto diligencias de investigación. En concreto, el también vicelehendakari primero mencionó Urduliz, Bilbao, Galdakao, Bedia, Lemoa, Elorrio y Ondarroa como “ejemplos de lugares en los que Ernai vuelca su odio hacia la Ertzaintza”, una “campaña de hostigamiento inaceptable y reprobable que recuerda al pasado”. Las fuentes consultadas por DEIA en el Departamento confirman que se han abierto diligencias de investigación por un “presunto delito de odio” sobre la campaña de Ernai, porque la cartelería lleva su firma. Erkoreka había avanzado el viernes en el Parlamento Vasco en una intervención ante EH Bildu que esas actitudes rozan el delito de odio.

Erkoreka se preguntó en su cuenta de Facebook “hasta qué punto apuestan por regresar a etapas ya superadas” y anunció la investigación policial. Todo ello, junto a varias fotografías de los sabotajes. El delito de odio, recogido en el artículo 510 del Código Penal, persigue las actitudes que fomenten la violencia o la hostilidad por, entre otras, razones ideológicas. Son penas de hasta cuatro años.

Erkoreka esgrimía el viernes un cartel que decía “todos odiamos a la Ertzaintza”, y avisó de que son actos organizados, colectivos, y auspiciados por la izquierda abertzale. Erkoreka sale así en defensa del Cuerpo ante la campaña de acoso que ve que está sufriendo desde el inicio de la legislatura, también durante el estado de alarma, en los choques para disolver botellones. La Ertzaintza se encontraba en ciertos casos una resistencia activa y lanzamiento de objetos, mientras la izquierda abertzale ponía el foco en el modelo policial y veía una violencia desproporcionada.

El PNV también eleva el tono ante la oleada de sabotajes en sus batzokis, como los padecidos ayer domingo en Elorrio y Ondarroa con la firma de Ernai, las juventudes de Sortu, principal partido de la coalición EH Bildu. Los jeltzales han denunciado asaltos en las últimas jornadas en Lemoa, Bedia, Bilbo Zaharra, Mungia y Sabin Etxea, y ayer la Ejecutiva del PNV en Bizkaia denunció más pintadas en Elorrio y Ondarroa, una lista que se ceba en el territorio vizcaino. En concreto, desconocidos realizaron pintadas insultantes que llamaban fascista al PNV y le pedían que atara a “sus perros”, en referencia a la Ertzaintza. Pegaron también carteles con el logotipo del Cuerpo policial, preguntan al PNV qué hará “con estos psicópatas”, y citan un balance de 8 detenidos y 65 heridos.

Estos carteles, con la firma de Ernai, llegan en el contexto de los incidentes protagonizados por las juventudes de la izquierda abertzale en Bilbao (ante el Tribunal Superior de Justicia y Sabin Etxea) y Gasteiz (ante el Parlamento Vasco), donde tiraron colchones a la calzada y al tranvía con la intención de paralizar el tráfico, y se vieron forcejeos con la ertzaintza y cargas policiales. El PNV cree que intentan generar crispación y pide terminar con los ataques a los batzokis. En el caso de que no cesen, “a la inmensa mayoría de la sociedad le va a resultar muy difícil dar crédito a la pretendida actitud democrática que la izquierda abertzale está subrayando en la tan promocionada conmemoración del décimo aniversario” de su fundación.

polémica

El PNV exige el cese “inmediato” de unas actuaciones que ve “organizadas y colectivas” y que se encuadran en una “injustificable campaña de acoso, amenaza y coacción” propia de tiempos pasados. La izquierda abertzale presiona a la Ertzaintza y al Departamento de Seguridad que dirige Josu Erkoreka, con el mensaje de la violencia policial ante las protestas juveniles.

El PNV de Bizkaia denunció los sabotajes en sus batzokis, que demuestran “debilidad política y falta de cultura democrática de algunas personas que insisten en devolver a la sociedad vasca a tiempos pasados”. “La gran mayoría de la juventud vasca” es educada en valores democráticos y no la representan estos actos, según defiende. Cree que, en pandemia, “la ciudadanía vasca ha apostado por la convivencia y el respeto al diferente, y ha rechazado de plano cualquier actuación que alimente la crispación y el conflicto”. Por ello, pide que los responsables acaben con los ataques “organizados y colectivos”. El PNV denunció hace unos días que Bildu respondió con un “me gusta” a un vídeo de un sabotaje de Ernai en Algorta. El sindicato ErNE ya interpuso una denuncia por odio tras los insultos contra el ertzaina fallecido en el Urumea, lo que desembocó en la citación de cuatro personas.

“Es una campaña de hostigamiento inaceptable y reprobable que recuerda al pasado”

Consejero de Seguridad