En vía muerta. Esquerra da por enterrada la negociación con JxCat y apuesta por gobernar en solitario. De no mediar un avance, impredecible tratándose de Catalunya, Pere Aragonès será investido president con el permiso de los posconvergentes aunque sin un gabinete de coalición que unifique una vía independentista. Quizás sea un último órdago antes de que expire el plazo del 26 de mayo que desembocaría en una repetición electoral, pero así de rotundo se expresó ayer el dirigente republicano. “Los escollos que han impedido el acuerdo de investidura hasta hoy permanecen inalterables”, justificó ante la sorpresa de Junts que, pese a todo, estaría dispuesta a ofrecer sus cuatro votos a un acuerdo de ERC con la CUP y los comunes. Las trabas residen principalmente en el papel del Consell per la República de Carles Puigdemont y en las diferencias en la estrategia a seguir en Madrid. Horas antes de este anuncio, Aragonès dijo haber recibido una propuesta de Junts por la que se volvía al punto de partida, y advirtió: “El president de la Generalitat no puede aceptar tutelas”. Sus palabras no fueron pasadas por alto desde Waterloo. “JxCat no se dejará pisar ni que le falten al respeto. Es un aviso a todos los que nos han menospreciado como fuerza política”, le replicó Puigdemont.

Aragonès precisó la posibilidad en todo momento de incorporar a Junts a lo largo de la legislatura al Ejecutivo si se “rehacen los consensos” que ahora mismo no se dan. “Gobernaremos en minoría, pero con las puertas abiertas. Tenemos que negociar sin la presión de una repetición electoral forzada”, verbalizó el aún vicepresident en funciones, que entiende que no se puede seguir negociando “bajo esa presión ya que el acuerdo sería malo y duraría muy poco”. Al menos es lo que se consensuó en la ejecutiva republicana que se reunió de urgencia, descartando que se trate de una “táctica” negociadora. Por ello, Aragonès, quien insistió en que no buscará el respaldo del PSC, pidió a la presidenta del Parlament, Laura Borràs, que convoque un pleno cuanto antes que ponga fin a la incertidumbre.

El líder de ERC reprochó a los posconvergentes destilar “un optimismo que no encajaba con la evolución de las negociaciones de estos últimos días”, y es que el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, auguraba una pronta entente, posición en la que se reitera. Pero Aragonès tiene otra percepción: “Ante la falta de entendimiento y los desacuerdos de fondo que continúan persistiendo durante estas últimas semanas, la mejor opción para el país y para desencallar la situación es aceptar la oferta que Junts hizo en el inicio de las negociaciones”, argumentó. A su entender, la Generalitat no puede aceptar tutelas o quedar supeditada directamente o indirectamente a ninguna otra entidad o organismo “en la principal cuestión de la agenda política de Catalunya de los últimos diez años”. Todo un dardo al expresident en el exilio. En este sentido, Aragonès lamentó que después de 83 días tras el paso por las urnas hay “dificultades para tejer consensos y confianzas” en cuestiones “troncales e importantes” para un Govern de coalición.

junts niega exigencias

Coincidiendo con esta comparecencia, y en el transcurso del congreso extraordinario de Junts para elegir a la presidenta del consejo nacional del partido (Anna Erra), Puigdemont respondió que “hoy sabemos con más claridad que nunca que la independencia de Catalunya necesita que Junts exista y sea relevante, fuerte y decisiva”. Por ello, avisó de que su partido no se callará “ante los que proponen un modelo de país” que rompe con lo que ha hecho “fuerte” a Catalunya, es decir, su modelo económico y social; ni tampoco ante los que creen que “puede ser un país de progreso permitiendo un déficit fiscal”. Más sosegado se mostró Jordi Sànchez, que aún ve posible el acuerdo y tendió la mano a Aragonès. Sí dejó claro que JxCat no especulará con una repetición electoral, por lo que “estudiarán” que cuatro de sus diputados en el Parlament den apoyo a la investidura del republicano, a quien negó sus justificaciones. “No es cierto que JxCat haya propuesto ninguna tutela al president de la Generalitat. JxCat ha dejado bien claro desde el primer momento, y lo hemos dejado por escrito, que el Govern no podía ser tutelado por nadie y que tenía que liderar, no solo una recuperación económica y social, sino también una estrategia independentista”. Las cumbres de Lledoners no parece haber servido de palanca y, aunque ERC comande el Ejecutivo, la vía independentista queda sumida ahora en un atolladero.

actores en juego

La CUP, que ya firmó un consenso con Esquerra, reaccionó al rifirrafe insistiendo en la necesidad “de un compromiso de todo el independentismo”. “Es incomprensible la situación que se está viviendo. No es una buena noticia y comprendemos que mucha gente no lo entienda”, dijo la diputada Eulàlia Reguant, quien recordó que las dos prioridades de la legislatura pasan por dar una respuesta a la crisis y que el independentismo “recupere la iniciativa” para plasmar su 52% de apoyo en las urnas. “Es preocupante que ante esta urgencia, ERC y JxCat trasladen mensajes de carácter partidista. Esto no responde a la voluntad de la mayoría de la población”, señaló.

Por su parte, la líder de los comunes, Jéssica Albiach, solicitó a Aragonès que explore la configuración de un Govern “de transformación y progresista” sin el apoyo de JxCat, pues consideran que acabarían imponiendo sus tesis aunque sea desde “fuera”. “No entendemos por qué Aragonès quiere ser presidente de un gobierno de la resignación con Junts, que es una fuerza que quiere convertir Catalunya en una Andorra del sur. Y no entendemos que quiera tener una Generalitat tutelada, que eso es lo que ofrecen los votos de Junts”, consideró.

Asimismo, la expresidenta del Parlament Carme Forcadell terció en el asunto y atribuyó a intereses estratégicos la falta de acuerdo, lamentando que “muchísima gente ya se está desentendiendo” de la negociación y de la política catalana. Preguntada por quién cree que tiene la responsabilidad, cree que “a Junts le interesa más retrasar” el pacto.

“Junts no se dejará pisar ni que le falten el respeto, es un aviso a todos los que nos han menospreciado”

Expresident de la Generalitat