Comienzan a abrirse paso los matices en el discurso de los socialistas sobre la vigencia del estado de alarma más allá del 9 de mayo. Sobre todo, los resquicios se abren en el caso de los socialistas vascos y de la vicelehendakari segunda, Idoia Mendia, quien conoce de primera mano la preocupante situación del coronavirus en Euskadi. Mientras el presidente español, Pedro Sánchez, insiste en que su intención es dejar que caiga ese paraguas jurídico que permite mantener medidas como el toque de queda nocturno, Mendia ya admite que "el estado de alarma puede ser un escenario correcto para Euskadi". En cualquier caso, en sintonía con Sánchez, matiza que la pandemia ha demostrado su volatilidad y, aunque reconoce la evidencia de que la CAV atraviesa por un mal momento en la actualidad, puede mejorar en dos semanas. Por ello, en una entrevista en Radio Euskadi, ha pedido esperar.

Sin llegar a pedir expresamente un estado de alarma parcial y específico solo para la comunidad autónoma vasca, Mendia sí ha deslizado esa posibilidad porque la permite la propia ley que regula los estados de alarma, y en otro momento de su intervención ha llegado a recordar que hay comunidades que están en una situación muy diferente y están pensando en poner fin a las restricciones.

En cualquier caso, Mendia se ha referido de manera preferente a desplegar los efectos de la Ley Antipandemia vasca que será aprobada en junio, aunque quedaría un limbo desde la caída del estado de alarma el 9 de mayo hasta esa tramitación parlamentaria. El estado de alarma parcial no es la opción que ha sugerido estos días el lehendakari Urkullu. El jeltzale cree que debe activarse en el conjunto del Estado para que todas las comunidades tengan la posibilidad de aplicar medidas, y existan unos criterios comunes que después gestionarían los presidentes de cada zona en función de su realidad. El martes era Joan Baldoví, desde Compromís, quien deslizaba también la idea de que alguna comunidad tenga la opción de solicitar la alarma solo en su territorio.

Mendia ha reconocido en el transcurso de la entrevista que los datos vascos son especialmente elevados, y atribuye buena parte de la responsabilidad al incumplimiento de las medidas de protección por parte de la ciudadanía.

Sobre el estado de alarma, comparte la preocupación del lehendakari, quien la semana pasada envió una carta a Sánchez para solicitar formalmente una prórroga del estado de alarma para mantener el toque de queda, los cierres perimetrales y la limitación del número de personas en las reuniones sociales, como sugirió el comité de expertos del LABI. Mendia, quien había solicitado precisamente un respaldo por escrito para no dejar en la estacada a Sánchez, comparte la inquietud, pero sale en defensa del criterio del presidente español y pide esperar, seguir dialogando con las comunidades en el Consejo Interterritorial, y ver "qué situación tendremos en dos semanas".

Ha sido en ese punto donde ha introducido el argumento de que no todas las comunidades viven la misma situación. "La situación es muy diferente entre comunidades. Andalucía está levantando la movilidad. Otras se encaminan también a esa situación. El Gobierno de España tiene que contemplar todo el mapa", ha dicho, para señalar después que en el caso vasco "hemos querido dotarnos de una herramienta que nos dote de mayor seguridad jurídica", la Ley Antipandemia. Preguntada por el lapso de tiempo entre la caída de la alarma y la aprobación de esa ley, Mendia le ha querido quitar hierro, ha reducido las bondades de la alarma al toque de queda, y apunta a la posibilidad de modular las reuniones en leyes orgánicas. Sobre la posibilidad de un estado de alarma parcial, se ha limitado a señalar que "puede estar señalado para una sola comunidad". Después de que el ministro Iceta apuntara el martes en el Senado a la opción de jugar con el margen de maniobra que dan los aforos en los bares, no se ha mostrado partidaria de estigmatizar a sectores económicos.