La mariposa ha batido las alas en Murcia con la moción de censura fallida en la comunidad, y ha provocado en la política estatal un efecto en cadena de consecuencias difíciles de predecir. El resultado inmediato ha sido la convocatoria de elecciones en la Comunidad de Madrid el 4 de mayo por parte del PP de Isabel Díaz Ayuso. Quiso tomar la delantera para evitar una moción similar, aunque pudo haberse ahorrado el movimiento porque en realidad la sangre tampoco llegó al río en Murcia, donde tres tránsfugas de Ciudadanos dejaron plantado al PSOE con su censura al PP. En un Estado que arrastra inercias centralistas y vive lo que sucede en la Comunidad de Madrid como si fuera un oráculo que vaticina el destino de todos, la convocatoria electoral ha provocado que la política en el Congreso de los Diputados entre en ebullición, en un clima de precampaña, y con decisiones como la salida del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, para ser el candidato de Unidas Podemos.

Cada vez son más las voces que especulan con un adelanto de las elecciones generales en otoño o finales de año por parte del presidente español, Pedro Sánchez, aunque desde su entorno lo niegan. Sin necesidad de especular con las elecciones, lo que ya se constata de manera unánime es que la cadena de acontecimientos que comenzó en Murcia condiciona la política estatal: la descomposición de C’s por su errática posición sobre el apoyo al PP o al PSOE impide a Sánchez contar con ese partido como aliado en la reserva por si alguna votación se le tuerce; la evolución de su pacto con Podemos es una incógnita tras la salida de Iglesias y, en los llamados pactos de Estado, es cada vez más difícil que cuente con un PP abocado a estrechar su vínculo con Vox.

la incógnita de iglesias

La salida de Iglesias se puede interpretar al mismo tiempo como un alivio para Sánchez, y como un mal augurio que deje ver un desapego cada vez mayor en Podemos a la hora de mantener el matrimonio en el Gobierno español. Por un lado, Iglesias va a ser sustituido por Yolanda Díaz (asume la vicepresidencia tercera), que procede del Partido Comunista y convertirá la reforma laboral en un caballo de batalla frente a Nadia Calviño, pero la gran diferencia con Iglesias radica en que se espera que lo haga con su propio carácter, menos proclive a filtrar a los medios de comunicación las discusiones dentro del Consejo de Ministros. Por ese flanco, Sánchez puede tener motivos para la tranquilidad.

Por otro lado, sin embargo, se puede leer entre líneas en el vídeo de despedida de Iglesias: el líder de Podemos enfatiza la idea de la sucesión y que Yolanda Díaz será la próxima presidenta española, como si a la legislatura le quedase un suspiro y no tres años. Y lo repitió el viernes, cuando dijo que, si el PSOE mantiene la vía de los beneficios fiscales en la polémica de los alquileres, tendrá que apoyarse en el PP, y dejará a Díaz un paso más cerca de la presidencia. Los alquileres son el último pulso de Iglesias antes de salir del Gobierno, quiere dejar su aportación como legado, y la tensión creciente con el PSOE empieza a tomar mal color. Otras voces creen que se va molesto por el coqueteo del PSOE con C’s en Murcia y el riesgo de ver mermada su influencia. El resultado de las elecciones madrileñas, donde la izquierda se presenta dividida en tres fuerzas (los de Errejón, Iglesias, y el PSOE) contribuirá a despejar el escenario.

c’s ya no es una opción

Si algo ha quedado demostrado en la gestión de las mociones de censura en Murcia y en Castilla y León es que Inés Arrimadas no tiene el control de su partido. C’s había pactado con el PSOE desplazar al PP de Murcia, pero tres de sus representantes desertaron. En Castilla y León, había prometido lealtad al Gobierno del PP frente a la moción socialista, pero el viernes comenzó a agrietarse la unidad con una baja y su paso al Grupo Mixto. Esta incertidumbre convierte a C’s es un partido poco fiable para Sánchez, que había sondeado un acercamiento para contar con sus votos en el Congreso, donde comienza a superar votaciones por la mínima y le preocupa que el nuevo Govern que se conforme en Catalunya lo aleje de ERC. Además, está en duda la propia pervivencia de C’s, con múltiples fugas y la pérdida del grupo en el Senado, que amenaza su viabilidad económica. En el Congreso, ha perdido uno de sus diez asientos.

el pp se acerca a vox

La descomposición de C’s y la moción fallida en Murcia pueden fortalecer al PP en su deseo de hacerse con los restos del partido naranja y reunificar a la derecha española bajo sus siglas. Pero también ha tenido como consencuencia que su alianza con Vox se refuerce. Ha comenzado con las negociaciones para dar cabida a la ultraderecha en un gobierno, por primera vez en democracia. Los contactos para conceder a Vox la consejería de Educación en Murcia parecen el preludio de un pacto también en la Comunidad de Madrid, a la espera de los resultados. C’s confía en seguir existiendo y tener la llave, pero Ayuso parece abocada a contar con Vox. Esta dinámica aleja la opción de forjar pactos de Estado con Sánchez, y el propio PP enfriaba esta semana el acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial en el medio plazo.

erc eleva la presión

Los socios de Sánchez desde la investidura son PNV y ERC. La relación con los catalanes se está tensionando por las decisiones judiciales contra el tercer grado de los presos, o el rechazo del PSOE a la Ley de Amnistía. ERC avisó ayer de que, si Sánchez no da soluciones para los presos, tomará “decisiones”. La marcha de Iglesias, más sensible en este terreno, les crea incertidumbre.

el pnv pide cumplir el pacto

Al PNV le da alergia la inestabilidad. Aunque fue de los primeros partidos en temerse un adelanto electoral en el Estado, cree que sería una irresponsabilidad que se confirmara y se llamara a las urnas en plena pandemia cuando, además, se tiene que ofrecer una imagen de estabilidad ante la Unión Europea para no perder el tren de los fondos de recuperación, de los cuales la comunidad autónoma aspira a captar 5.700 millones. Además, el PNV exige a Sánchez que cumpla los compromisos adquiridos con los jeltzales y transfiera ya antes del verano un primer paquete de competencias como el Ingreso Mínimo Vital y la gestión de las prisiones. Espera retomar esta negociación en una segunda fase en otoño, donde rechaza la posibilidad de unas elecciones. Los contactos se han acelerado.

El PNV ha realizado una lectura muy crítica con los últimos acontecimientos, de “puro Stratego”, en alusión al juego de mesa de estrategia, y pide que todos estos movimientos y el ruido preelectoral no distraigan de los compromisos adquiridos con Euskadi. Ha avisado también a Sánchez de que Ciudadanos no es un socio fiable ni se puede contar a largo plazo con un partido en vías de extinción y con una grave crisis interna.

bildu pierde a iglesias

Pablo Iglesias ha sido el principal valedor del diálogo con EH Bildu, y con Arnaldo Otegi en particular. Se alió con EH Bildu y ERC para presentar una enmienda antidesahucios a sus propios Presupuestos y presionar al PSOE. Ahora que deja el Gobierno, EH Bildu podría perder interlocución, aunque algunos ámbitos leen el acercamiento semanal de presos como guiño.