El Día Internacional de la Mujer estará marcado este lunes por la prohibición de las reivindicaciones en Madrid, que no acogerá las masivas marchas de años anteriores tras el rechazo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) de los recursos contra la prohibición que decretó la Delegación del Gobierno en esta comunidad. El tribunal alegó que, en este caso, el derecho de reunión entra en conflicto con valores constitucionales como la salud pública en plena afección de la pandemia, lo que provocó las críticas de los colectivos y sindicatos convocantes, que han optado por adaptarse a las circunstancias para mantener esta reivindicación.

El Movimiento Feminista de Madrid expresó su "indignación" respecto a una resolución judicial que "no se ajusta a derecho" y anunció que usará como estrategia reducir el aforo de sus acciones, ya que menos de 20 personas no se consideran una concentración. "Habrá muchas mujeres por la calle cantando y gritando consignas feministas", avanzó respecto a la jornada de hoy. La organizadora de las grandes manifestaciones de los últimos años, Comisión 8M, rechazó por su parte este "ataque" a las mujeres mientras en la Comunidad de Madrid se celebran "manifestaciones de neonazis" o "de negacionistas sin mascarillas". Durante el día del lunes estudió cómo celebrar hoy el 8-M respetando la situación generada.

CC.OO. Madrid valoró esta decisión como un "exceso que restringe un derecho fundamental", como es el derecho de reunión y manifestación, y llamó a protestar hoy a las 12.00 horas en la puerta de los puestos de trabajos en la capital del Estado. UGT Madrid consideró que existe una "persecución" del movimiento feminista y una "criminalización" de las mujeres. "La Constitución española fija que solo se puede prohibir el artículo 55 en estado de excepción y sitio", añadió. Las dos centrales recurrirán la decisión judicial ante el Tribunal Constitucional.

La prohibición de las concentraciones contrasta por ejemplo con la marcha convocada en Barcelona por la plataforma Vaga Feminista en la que podrán participar, previa inscripción, 3.500 personas. A ello se suma que en Madrid sí se han autorizado manifestaciones a favor de la sanidad, la educación e incluso conciertos con 5.000 asistentes.

Tras desestimar tres recursos contra este veto al filo de la medianoche del sábado, el TSJM hizo lo propio ayer con los cinco recursos restantes. Alegó para tumbarlos que aprecia "alto riesgo" de contagio y que cabe primar el derecho "a la salud, la integridad física y la vida de las personas" al de reunión.

El toma y daca en torno a la celebración del 8-M también se ha extendido al ámbito político, y la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, aseguró que la decisión de impedir las grandes concentraciones persigue "no agravar más" la situación sanitaria en esta comunidad, que tiene además "las peores cifras de la pandemia".

Desde el PP se aplaudió el veto, pero se pidió un criterio unánime en todo el Estado porque "no procede que se celebren este año manifestaciones" cuando "hay el mismo riesgo en Madrid que en cualquier otra comunidad, según el alcalde madrileño, José Luis Martínez-Almeida. La ministra de Igualdad, Irene Montero, lamentó que haya sectores que criminalicen al movimiento feminista y que quieran "negar" la calle a las mujeres como espacio para reivindicar y conquistar derechos.

La jornada de hoy no estará exenta de actos en Madrid, y tanto las autoridades locales y autonómicas como Moncloa celebrarán actos institucionales. Así, el presidente Pedro Sánchez acudirá al Ministerio de Igualdad, donde, junto a Irene Montero y bajo el lema Por ser mujeres. España feminista se rendirá homenaje a todas las que han estado en primera línea durante la pandemia. PSOE, PP y C's ya confirmaron que no asistirían a acciones convocadas por el movimiento feminista.

"Se ha limitado el derecho de reunión sin atender a criterios de proporcionalidad"

Movimiento Feminista de Madrid

"Los actos estaban perfectamente organizados para no ser un foco de contagio"

Sec. de Organización de CC.OO. Madrid