Iñigo Urkullu arranca este próximo martes la ronda a la que se comprometió con todos los partidos con representación en el Parlamento Vasco para abordar los retos de esta nueva legislatura, donde cobrará especial relevancia la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia. El lehendakari se citará en primer lugar con la única representante en la Cámara de Vox, Amaia Martínez, en tanto que el Jefe del Ejecutivo tiene la obligación de recibir a todas las formaciones del arco, pese a que fuerzas como PNV y EH Bildu hayan decidido ausentarse de los debates que promueva la marca de ultraderecha con el fin de evitar un ambiente bronco y convulso en el actual contexto. La oferta "sincera" del líder jeltzale a la oposición, y que trasladó el pasado 16 de octubre, está destinada a propiciar un proceso de "colaboración efectivo" que, para los partidos que no forman parte del Gobierno de coalición, llega "tarde" aunque se muestran receptivos a poner sobre la mesa sus planteamientos.

La ronda arranca justo después de que el Gabinete conformado por PNV y PSE haya remitido al Parlamento su programa y de haberse aprobado las directrices presupuestarias una vez contrastadas con distintos agentes las guías de reactivación económica para los próximos cuatro años. Tras las comparecencias de los consejeros en la Cámara Vasca para exponer las líneas maestras de su actuación en el presente cuatrienio y los diversos acuerdos de Consejo de Gobierno alcanzados hasta la fecha, Urkullu entiende que "existe una base de trabajo suficiente, sólida y concreta para proceder con perspectiva amplia de legislatura a un encuentro de trabajo". En este escenario, el lehendakari envió una carta a los grupos de la oposición e informó también a los partidos que sustentan el Ejecutivo, para comunicarles su intención de iniciar la ronda de reuniones con los partidos a partir del martes de la semana que viene en orden de menor a mayor representación parlamentaria, aunque restan por cerrarse las horas y días concretos.

Grupos como Elkarrekin Podemos-IU pidieron la pasada semana adelantar estos contactos para confrontar las medidas a adoptar ante la complicada evolución de los contagios por coronavirus y que ha llevado a Lakua a establecer un mayor grado de restricciones de obligado cumplimiento para la ciudadanía. Urkullu no ha demorado el calendario ya que entre sus propósitos estaba que antes de cumplirse los primeros 100 días de Gobierno, la primera quincena de noviembre más concretamente, poder "compartir diagnósticos, contrastar propuestas y alcanzar acuerdos". Algo que compartía su vicelehendakari segunda, Idoia Mendia, partidaria de este procedimiento: "Somos un Gobierno de mayoría absoluta, pero de mano tendida. Sería bueno que en las cuestiones más troncales de país fuéramos capaces de llegar a acuerdos con otras fuerzas políticas", consideró a este periódico recientemente.

Recelos de la oposición

Algo que genera recelos en la oposición, quien confía en que no sea algo puntual ni una manera de publicitarse después de que, como señalaron desde EH Bildu, se rechazaran las peticiones de este tipo que "en innumerables ocasiones" practicó la coalición soberanista. Su portavoz, Maddalen Iriarte, mostró la esperanza de que suponga "una nueva manera de gobernar" para abrir una relación "continuada" en la que sea posible "debatir y profundizar" en la búsqueda de soluciones a los problemas de los ciudadanos. Por su parte, desde la formación morada emplazaban a que responda a una "voluntad real de colaboración". "Más vale tarde que nunca", precisaban desde sendas formaciones políticas, que quieren implicar en la solución real de los problemas a los agentes sociales y a la sociedad civil. En estas circunstancias, el PNV espera que los grupos no se escuden ya en censurar que el Gobierno de coalición "pasa el rodillo" y defiende la "predisposición al diálogo" transmitida desde Lakua. Por contra, desde el PP se teme que este ofrecimiento sea un mero ejercicio de "palabras sin contenido y sin sustancia". Eso sí, los populares son proclives a mantener estos encuentros porque "la pandemia repunta, el paro crece y la incertidumbre y la preocupación están aumentando en la sociedad vasca".

En el actual clímax al que tiene sometida la pandemia a la ciudadanía, la oposición respalda en su mayoría las fuertes medidas implantadas desde el Ejecutivo vasco para atajar la expansión del virus, pero reclama a su vez que el Gobierno no se detenga en el ámbito de las prohibiciones, sino que invierta también recursos en la prevención y en ofrecer ayudas a los sectores más afectados por esta crisis. Desde Lakua se quiere implicar asimismo a organizaciones sociales, sindicales, empresariales y políticas en la toma de decisiones para la reconstrucción, a expensas además de conocer cómo se van a poder manejar los fondos europeos para diferentes proyectos que contribuyan a paliar los efectos perniciosos del covid-19 sobre la economía vasca. Por todo ello, se aguarda igualmente a que los partidos acudan a las reuniones con "vocación de aportar".

"Existe una base de trabajo sólida y concreta para proceder a estos encuentros con perspectiva de legislatura"

Lehendakari