- Hay mar de fondo en Eusko Alkartasuna, más allá de la pelea por las primarias y la legitimidad de su secretaria general, Eba Blanco. El sector crítico consumó ayer la presentación de firmas para forzar la convocatoria de un Congreso Nacional Extraordinario que toca un asunto de fondo: decidir “cuál es la estructuración de EH Bildu” y “cuál es el encaje que debe tener EA”, una alusión implícita a que el partido no se vea diluido ni se pierda pluralidad dentro de la coalición. Los coordinadores locales de las cuatro capitales de Hegoalde registraron ayer 580 firmas para exigir ese congreso, y la dirección oficial se pronunció entrada la tarde para asegurar que no será obstáculo siempre y cuando se cumplan los requisitos, aunque cargó con dureza contra las “falsedades” del sector que encabeza Maiorga Ramírez y lo atribuyó todo a un mal perder de los críticos en la pugna judicial por la secretaría general.

Los críticos esgrimen el artículo 34.b, que establece que se celebrará el Congreso Nacional con carácter extraordinario “por petición motivada de una cuarta parte de la afiliación del partido en el momento de efectuarse la solicitud”. El Consejo Nacional tiene de plazo un mes para convocar la Asamblea Nacional, que a su vez es la que tiene que pulsar el botón para convocar el Congreso. Ese Congreso deberá tener lugar en el plazo de dos meses a partir de la fecha en que la asamblea haya dado acuse de recibo de la solicitud. Se puede ampliar el plazo si la difusión de las ponencias y enmiendas lo requiere, pero también debe aprobarlo la asamblea. El plazo importa. Los críticos quieren dejar el debate despejado antes de que se celebre el Congreso de EH Bildu en junio.

Desde el sector oficial, el portavoz Iker Ruiz de Egino dijo que la Ejecutiva seguirá cumpliendo los estatutos y “no será un obstáculo para celebrar un congreso extraordinario si la solicitud cumple los requisitos”. No obstante, no vio sentido a un congreso en puertas de la cita ordinaria de 2021 y en plena pandemia. Cree que el anuncio tiene su origen en la sentencia que rechazó “todas las acusaciones del denominado sector crítico y avaló la actuación de la Ejecutiva Nacional, incluida su gestión del fichero de afiliados”.

La coordinadora de Iruñea, Esther Korres, ejerció de portavoz de los críticos para defender una EA fuerte. Los promotores del congreso creen que “el fortalecimiento de EA traerá una EH Bildu reforzada, una coalición de partidos donde confluyan diferentes ideologías, desde la socialdemocracia hasta la izquierda ortodoxa, y que se convierta en auténtica alternativa en nuestro país”, como se decía la ponencia política “incumplida por la dirección”.