Maddalen Iriarte ha abierto la sesión de investidura en el Parlamento Vasco presentando sus credenciales como candidata a lehendakari y ofreciéndose como la alternativa eficaz al Gobierno de coalición PNV-PSE. La candidata de EH Bildu ha vertebrado su discurso en torno a la situación generada por la pandemia del coronavirus y sus devastadoras consecuencias sanitarias, sociales y económicas y ha buscado marcar las diferencias sobre las políticas del Ejecutivo de Iñigo Urkullu que, previsiblemente, será investido lehendakari esta tarde, al contar con el apoyo de los 41 representantes de los partidos que integran la coalición, frente a los 21 de la formación independentista que respaldarán a Iriarte.

Iriarte se ha extendido durante una hora y cuarto y en su discurso se ha ofrecido en varias ocasiones a "liderar la transición para un cambio de rumbo" en Euskadi en estos tiempos de pandemia, dejando en evidencia la verdadera intención de la presentación de una candidatura que no saldrá adelante: presentarse como referencia del cambio.

Tras reprochar al actual Ejecutivo de Urkullu los errores e incapacidades en la gestión de la pandemia en materia de salud pública, prestación de servicios sociles, educación, gestión económica y del empleo, Iriarte ha apostado por reforzar la cartera de servicios públicos en todas estas áreas. Ha pedido un nuevo módelo económico, dando por agotado el vigente, vinculándolo a la economía verde; plantea un acuerdo nacional por el empleo de calidad y se ha comprometido a impulsar un salario mínimo de 1.200 euros y una semana laboral de 35 horas; ha prometido 10.000 empleos públicos verdes y otros 20.000 mediante iniciativas privadas.

En materia fiscal, ha recuperado sus propuestas de la campaña electoral pasada apostando por la tasa covid para aumentar los ingresos públicos, así como un gravamen para las grandes fortunas y la subida del impuesto de sociedades y los tipos altos del IRPF. También ha solicitado una renta universal de 120 euros para los jóvenes menores de 23 años. En materia de pensiones, ha prometido poner en marcha un sistema público vasco e implantaar una prestación mínima de 1.080 euros.

Iriarte considera imprescindible que Euskadi tenga "instrumentos para decidir" de cara a afrontar la crisis generada por la pandemia. En este sentido ha señalado que el virus ha puesto de manifiesto que tenemos un autogobierno "de quita y pon". Considera que el Estatuto de Gernika, que todavía no ha sido completado, "no es suficiente para hacer frente con garantías a los retos actuales".

También ha cuestionado la negociación de las transferencias pendientes ya que, a su juicio, "España gestiona como quiere el traspaso de las competencias que corresponden al Gobierno vasco". Tras subrayar que apoyará la vía de los traspados pendientes, llamó a no engañarse y apostó por avanzar hacia la "soberanía y la independencia" de Euskadi.

En la parte final de su discruso, reclamó el acercamiento de los presos de ETA a cárceles vascas y pidió respeto para todas las víctimas, también las de la guerra sucio del Estado y de la violencia policial.