El expresident de la Generalitat Carles Puigdemont ha decidido romper el carné del PDeCAT y consumar la ruptura con el partido heredero de CDC, con el que mantiene una pugna por el control de la marca de JxCat.

"Acabo de comunicar a David Bonvehí, presidente del PDeCAT, mi decisión de darme de baja del partido que preside. Continuaré trabajando, ahora como presidente de JxCat, para mantener una relación cordial entre las dos formaciones", ha dicho a través de Twitter.

La relación entre el expresidente catalán y la dirección del PDeCAT, que se quebró este verano cuando Puigdemont anunció la constitución de un nuevo partido sin esperar a que culminara el debate interno en la antigua Convergència, se ha recrudecido estos últimos días por la lucha por el control de la marca de JxCat.JUICIO EL 25 DE SEPTIEMBRE

Un juez de Barcelona ha fijado para el próximo 25 de septiembre la vista por la demanda del PDeCat a JxCat por la supuesta apropiación de la marca electoral de los exconvergentes, JxCat, por parte del expresident Carles Puigdemont para su nuevo partido.

Según ha informado este lunes el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), el titular del juzgado de primera instancia número 3 de Barcelona ha acordado suspender la vista que había señalado inicialmente para este martes, 1 de septiembre, y fijarla para el próximo día 25 a las 15.30 horas.

El PDeCat anunció el pasado sábado que había emprendido acciones judiciales contra JxCat, la nueva marca registrada por Puigdemont, en Bélgica, porque consideran que "no se llevó a cabo correctamente", lo que ha originado que muchos militantes con cargos de JxCat hayan decidido romper su carné del PDeCAT para, ya sin ambages, embarcarse en el proyecto de Puigdemont.

Cuando dio a conocer este domingo sus acciones judiciales, el PDeCat defendió que la formación y el expresident Puigdemont y el nuevo secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, habían acordado que el futuro de las siglas de Junts se decidirían conjuntamente y no de forma unilateral.

La crisis entre el PDeCat y JxCat se recrudeció la víspera con el anuncio de más abandonos en el partido demócrata de cargos de Junts a raíz de la demanda interpuesta por los exconvergentes por presunta apropiación de la marca JxCat registrada por Puigdemont.

Esta mañana ha sido el propio Carles Puigdemont quien ha decidido romper el carné y consumar la ruptura con el PDeCAT.

El desencuentro agravado ahora tomó ya cariz de ruptura cuando el 10 de julio se oficializó un cambio en el registro de partidos que hizo que las siglas JxCat, hasta entonces en manos del PDeCAT, pasaran a ser controladas por personas de la confianza de Puigdemont.

Hasta ahora, JxCat se ha utilizado como marca electoral y es el nombre de grupos parlamentarios varios -los del Parlament, el Congreso, el Senado o el Ayuntamiento de Barcelona, por ejemplo-, pero nunca ha concurrido a las elecciones como partido.

El mundo posconvergente -es decir, Puigdemont y su entorno y el PDeCAT- decían buscar desde hace meses la manera de encajar para concurrir de nuevo juntos a las próximas elecciones, pero el movimiento del expresident de hacerse con las siglas del partido JxCat -una de las principales bazas negociadoras del PDeCAT hasta ese momento- ha comportado que el asunto sea ahora difícil de reconducir y que haya llegado a la esfera judicial.