- El Gobierno espapñol consiguió ayer sacar adelante en el Congreso el decreto que regula el periodo de nueva normalidad iniciado tras el fin del estado de alarma con los votos a favor, entre otros, de PP, que hasta ahora se había opuesto en a las diferentes prórrogas del estado de alarma votadas en la Cámara baja.

La norma que extiende la obligatoriedad del uso de mascarilla en medios de transporte y espacios abiertos al público cuando no se pueda mantener una distancia de 1,5 metros fue convalidada en el Congreso con 265 votos a favor de PSOE, Unidas Podemos, PP, Ciudadanos, PNV, Más País, PRC, UPN, Coalición Canaria, 77 votos en contra de Vox y los independentistas de Junts per Catalunya, ERC y Bildu y 5 abstenciones, entre ellas la de Compromís. Ahora se seguirá tramitando en la Cámara como proyecto de ley, de manera que los grupos podrán presentar sus enmiendas al texto. Así lo decidieron los diputados en una segunda votación tras la convalidación del texto.

El PP no desveló hasta ayer mismo el sentido de su voto. A diferencia de las últimas prórrogas del estado de alarma, que rechazó, en esta ocasión ha decidido votar a favor con la esperanza de que pueda introducir en la tramitación de la norma algunas de sus propuestas, como la creación de una Oficina de Atención a Víctimas o un plan jurídico que permita confinar a la población sin necesidad de recurrir al estado de alarma.

La vicepresidenta segunda del Congreso, Ana Pastor, defendió la posición del PP ante la ausencia de Pablo Casado, que se desplazó a Gipuzkoa para participar en la campaña electoral de Carlos Iturgaiz. La exministra de Sanidad consideró que el Ministerio “minimizó las alertas internacionales” y tuvo una estrategia “equivocada”. “No funcionó”, como tampoco lo hizo el sistema nacional de alertas, añadió, al tiempo qeu criticó los cambios de criterios “cada dos por tres” en la gestión de la crisis, con “consecuencias dramáticas”. “Hay que reconocer lo que no se ha hecho bien”, insistió la diputada del PP, quien también dijo que ha habido en realidad “más de 40.000” víctimas, y no los 28.000 fallecidos oficiales.

Junto a los partidos del Gobierno -PSOE y Podemos- y el PP, votaron a favor Ciudadanos y el PNV, que también habían negociado previamente con el Ejecutivo. Los jeltzales no obstante, votaron en contra de la tramitación por entender que el texto ya se había pactado y no querer cambios.

Ciudadanos fue otro de los interlocutores del Ejecutivo en la elaboración del decreto, y su portavoz adjunto, Edmundo Bal, defendió su tramitación como proyecto de ley para poder ahondar en la respuesta ante posibles rebrotes con medidas más ágiles para adoptar confinamientos localizados. Bal criticó a ERC y EH Bildu por vincular su voto a la negociación del Gobierno con C’s.

El debate de este decreto fue de guante blanco comparado con las prórrogas del estado de alarma. En esta ocasión el PP ha decidido no hacer casus belli ante la inminencia de las elecciones vascas y gallegas.

“El Ministerio de Sanidad minimizó las alertas internacionales y tuvo una estrategia equivocada”

Diputada del PP