Sabedor de que el sector industrial tiene un importante peso específico en el Producto Interior Bruto (PIB) de la economía vasca, el lehendakari Iñigo Urkullu volvió a reclamar ayer al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, que apueste de manera clara por la reactivación industrial estableciendo nuevas medidas de estímulo de la actividad. Cuando Euskadi pasa hoy a la fase 3 de la desescalada, con iniciativas en ámbitos como educación, hostelería, transporte, conciliación familiar y tiempo libre o actividades culturales, el lehendakari emplazó a Sánchez a elaborar una estrategia "ad hoc" para la industria y, sobre todo para la automoción. "No se puede abandonar a su suerte a este sector", recalcó Urkullu durante la Conferencia de Presidentes telemática llevada a cabo ayer.

Urkullu llamó a estimular un sector industrial que se ha visto enormemente lastrado por la crisis del coronavirus. "Severamente afectada", tal y como el Gobierno vasco ha recalcado en diversas ocasiones, el lehendakari remarcó que la salida puede pasar por un plan específico de choque. "Puede ser una de las prioridades de un plan específico para recuperar la actividad y el empleo industrial", señaló en el decimotercer -y último- encuentro entre los presidentes de las comunidades autónomas. En todo caso, se trataría de "una apuesta firme", se reafirmó. Especialmente, cuando una actividad clave como la automoción parece haber tocado fondo. Un informe del grupo SPRI -dependiente del Gobierno vasco- ponía cifras a la situación en el Estado español: el pasado mes de abril, registró el peor dato de matriculaciones de los últimos 20 años, además de que las matriculaciones de turismos y todoterrenos cerrarán el año con una disminución entre un 40% y un 45% en el conjunto de 2020". Es por ello que el lehendakari llamó a "actuar".

Con un sector de la automoción con potentes representantes en Euskadi -CIE Automotive, Mercedes en Gasteiz, Irizar en Ormaiztegi, centros tecnológicos como AIC-Automotive Intelligence Center en Amorebieta...-, no es esta la primera vez que Lakua apremia al Gobierno español para elaborar un plan compartido, que estaría pivotada por la red de ocho comunidades autónomas "con clara vocación industrial en automoción". Euskadi se encuentra entre ellas, y ya hace algunas fechas la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, realizó una reclamación similar. Mismamente ayer, ocho autonomías -la CAV, Catalunya, Galicia, Comunidad Valenciana, Aragón, Nafarroa, Castilla y León y Madrid-, dirigieron una carta a la Ministra de Industria, Reyes Maroto, en la que piden al Gobierno de Sánchez "una estrategia común" para el futuro de la automoción, fuertemente afectado por la crisis del coronavirus.

Urkullu se hizo eco de la citada solicitud. "Hemos invertido recursos, tiempo y conocimiento en fortalecer este sector. Ahora no se puede abandonar el sector a su suerte", resaltó. No en vano, algunos países europeos ya han comenzado a diseñar sus políticas de incentivación industrial, además de que la Unión Europea aún debe definir en las altas esferas de Bruselas su política de inversión a corto plazo. Es por ello que llamó a estar preparados, más si cabe cuando la semana pasada, en la videconferencia de presidentes autonómicos, se compartió "la necesidad de anticipar proyectos orientados a dar respuesta a la prioridad que va a definir la política de inversión de la Unión Europea para la digitalización de la economía, la transición energética y verde".

Los ERTE

Urkullu inquirió a Sánchez por "la necesidad de una estrategia industrial decidida para generar un contexto de desarrollo en todo el Estado en relación a la tecnología y la inversión", a la vista de que "una apuesta firme por la industria contribuirá al fortalecimiento de los sectores vinculados. Por cada empleo industrial, se generan 4 o 5 empleos en los servicios más avanzados", detalló. Pero también subrayó la "urgencia" de prolongar los ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) por fuerza mayor, ya que los nubarrones acechan ya a las perspectivas más cercanas de la economía estatal, que recibirá el mayor impacto del confinamiento por la pandemia del coronavirus en el segundo semestre del año. "Es necesaria una decisión que genere certidumbre a las empresas pendientes de esta cuestión", afirmó. El lehendakari volvió a tender la mano a Madrid. "Las instituciones vascas tenemos disposición a contribuir, junto a empresas y trabajadores, a complementar la aportación de la Seguridad Social, pero este primer paso del gobierno español es imprescindible y urgente", según aseveró.

En suma, Urkullu volvió a poner el foco en la reactivación económica, con una industria que casi se lleva la cuarta parte del PIB vasco -un 24,6%, más concretamente-, toda vez que la desescalada va quemando etapas en Euskadi. Más, si cabe, teniendo en cuenta de que todos los indicadores apuntan que los efectos económicos del confinamiento se sufrirán más a las claras a partir del próximo trimestre.

Pobreza infantil. Unos 255.000 ciudadanos recibirán el próximo 26 de junio el Ingreso Mínimo Vital (IMV), es decir, 75.000 hogares, de los cuales la mitad serán niños, según anunció ayer Pedro Sánchez. "El próximo 26 junio, 255.000 ciudadanos recibirán el Ingreso Mínimo Vital en sus cuentas bancarias, esto representa que 75.000 hogares desde junio se van a ver beneficiadas de oficio de esta medida, y más de la mitad de los beneficiarios de oficio van a ser menores", señaló. El Gobierno estima que este ingreso llegará a unos 850.000 hogares en los que viven aproximadamente 2,3 millones de personas, de las que un 30% son menores. Por eso, Sánchez justificó la medida para "luchar contra la pobreza infantil".

"Hemos invertido tiempo, recursos y conocimiento en fortalecer el sector industrial. No se le puede abandonar a su suerte"

"Un plan específico para recuperar la actividad y el empleo industrial es una de las prioridades"

Lehendakari