Cuatro fases, incluida la actual denominada 0 o de preparación, con la provincia y la isla como unidad territorial, con ritmos adecuados a cada caso, una duración de entre seis y ocho semanas y la previsión de llegar a finales de junio a la llamada "nueva normalidad". Estos son los ejes del plan de desescalada aprobado por el Gobierno español, que comenzará el día 4 en una isla de Baleares y tres de Canarias.

El 11 de mayo se pondrá en marcha en el resto del Estado, después de que se determine que así se pueda hacer en cada territorio a la vista de diversos criterios, aún por concretar por el Ministerio de Sanidad, relacionados con el sistema sanitario, la situación epidemiológica, la protección colectiva y datos socioeconómicos y de movilidad.

Los planes para la desescalada, presentados por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se han dado a conocer en un martes atípico en la evolución de la epidemia, ya que por primera vez no han repuntado ni las muertes ni los contagios, como era habitual debido al retraso de las notificaciones por el fin de semana por parte de las comunidades autónomas.

Cada una de las cuatro fases del plan tendrá una duración mínima de dos semanas y se aplicará de forma gradual, asimétrica y coordinada entre administraciones, teniendo como referencia territorial la provincia o la isla, con limitaciones a la movilidad entre ellas hasta que se llegue al final del proceso.

Un proceso que, en el mejor de los casos, culminaría a finales del mes de junio, aunque podría ser más largo en determinados territorios.

La movilidad entre provincias estará restringida en todo este tiempo salvo para circunstancias excepcionales, de modo que un madrileño no podrá viajar, por ejemplo, a una segunda residencia en la costa, al menos hasta finales de junio.

No obstante, cuatro islas, las canarias de La Gomera, El Hierro y La Graciosa, y Formentera, en Baleares, anticiparán una semana la primera fase de la desescalada, debido a la escasa incidencia de la pandemia en su territorio.

A diferencia de lo que ha sucedido durante el confinamiento general, en la desescalada se avanzará a diferentes velocidades, aunque con las mismas reglas.

Cada semana, se evaluará la situación en cada territorio para decidir si se avanza o no a nueva fase de las cuatro establecidas por el Gobierno.

Las cuatro fases

La fase 0, o de preparación de la transición es la actual, y en ella ya se han puesto en marcha medidas de alivio para todo el país, como las salidas reguladas de los menores de 14 años desde el pasado domingo, o las previstas para el próximo sábado, día en que se podrá salir a dar un paseo o a hacer deporte de forma individual.

En estas primeras dos semanas, Sánchez también ha citado como medidas inmediatas la apertura de locales con cita previa para atención individual, la apertura de restaurantes para llevar comida a domicilio, la apertura de entrenamientos individuales de deportistas federados, y el entrenamiento básico de ligas profesionales.

Ya en la segunda fase o fase 1, se permitirá en cada espacio territorial definido el inicio parcial de ciertas actividades, como el pequeño comercio con condiciones estrictas de seguridad, la apertura de terrazas de bares y restaurantes con limitación al 30 por ciento de ocupación o la apertura de alojamientos turísticos excluyendo zonas comunes.

Se establecerá un horario preferente para los mayores de 65 años y los lugares de culto podrán abrir limitando su aforo a un tercio.

Dos semanas más tarde como pronto, ya en la fase 2 o intermedia, se abrirá el espacio interior de los locales con una ocupación de un tercio del aforo y garantías de separación de mesas.

Se abrirán determinados centros escolares para actividades de refuerzo de los últimos cursos de ESO y Bachillerato, o para garantizar que los menores de 6 años puedan acudir a ellos si ambos padres tienen que trabajar presencialmente.

Se prevé también la reanudación de la pesca y caza deportiva, la apertura de cines, teatros, monumentos o exposiciones, siempre con el aforo limitado a un tercio.

Por último, en la fase 3 o avanzada, se flexibilizará la movilidad general aunque se recomendará el uso de la mascarilla fuera del hogar y en los transportes públicos.

Se limitara el aforo al 50 por ciento y una distancia mínima de dos metros en el ámbito comercial y se suavizarán las restricciones de aforo y ocupación en la restauración.

En el ámbito laboral, la opción del teletrabajo se mantendrá como la preferente hasta que la desescalada del confinamiento alcance "al menos" la fase 3.