bilbao - El PNV aprovechó su asistencia ayer a la feria ganadera de Urkabustaiz para comparar su acción con esa oferta de productos vascos: una política de “kilómetro cero”, de cercanía a la sociedad y sus preocupaciones, frente a la política que se hace desde Madrid y que, para colmo, ahora mismo estaría presidida por el “espectáculo” y el enfrentamiento. Así lo vio ayer el presidente de la ejecutiva jeltzale, Andoni Ortuzar, quien puso en valor la política “pensando en Euskadi y hecha desde Euskadi”.

Los jeltzales se presentan a las elecciones generales del 10 de noviembre con el viento a favor, con unas encuestas que vaticinan, incluso, que suban desde sus seis escaños actuales en el Congreso de los Diputados hasta siete. Pero juegan en desventaja en esta convocatoria, donde toda la atención en los principales medios estatales estará centrada en los candidatos de los grandes partidos españoles, Pedro Sánchez, Pablo Casado, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Santiago Abascal. El PNV trata de amarrar su voto con el mensaje de que ninguno de esos partidos tendrá como prioridad atender la agenda vasca o, incluso, en el peor de los casos, pasará por alto el autogobierno y habrá recentralización. De ahí que el PNV acuñe ahora el concepto de la política de “kilómetro cero” para poner en valor la política hecha desde Euskadi. Los jeltzales van a poner en valor los acuerdos que han arrancado, incluso in extremis, como la devolución de los terrenos de la central nuclear de Lemoiz, una gestión muy peleada en primer lugar con Rajoy, y ahora con Sánchez, que finalmente ha cedido a la presión.

El PNV ha detectado también que puede haber una veta importante de papeletas en las personas que están descontentas con la gestión de la investidura fallida, y el enfrentamiento absoluto entre el socialista Sánchez y el líder de Podemos, Pablo Iglesias. El PNV ya dijo en su momento que la ciudadanía debe diferenciar quién ha sido el culpable del bloqueo y quién no. Ayer lo que hizo fue, de manera más genérica, postular al PNV como “un remedio para vencer a la desidia” y el “bochorno” que pueden sentir muchos votantes con la política del Estado. Propuso al PNV como una opción que puede lograr cosas diferentes y que puede dar una imagen distinta y otra solvencia frente a los que “nos abochornan desde Madrid”.

bildu En esta pelea que mantienen los grupos vascos para hacerse un hueco en una campaña dominada por los cabezas de cartel del Estado, EH Bildu también buscó ayer su parcela con un argumento muy similar al de las pasadas elecciones generales de abril. En aquel momento, la coalición abertzale pidió el voto en Araba para dejar sin escaño al exalcalde de Gasteiz, Javier Maroto, del PP, muy controvertido por sus acusaciones de fraude en el cobro de las ayudas por parte del colectivo inmigrante. Ahora el objetivo es dejar sin escaño a la nueva candidata del PP: Mari Mar Blanco.El cabeza de lista de EH Bildu al Congreso de los Diputados por Araba, Iñaki Ruiz de Pinedo, pidió “volver a dejar a la ultraderecha española sin representación” en este territorio. Ruiz de Pinedo criticó a Blanco, “impuesta” por Pablo Casado y Cayetana Álvarez de Toledo. A su juicio, es importante que esa candidata “retrógrada” no consiga ser diputada.