BILBAO - Salvo que en las últimas horas la dirección de Eusko Alkartasuna (EA) cambie de opinión, la dirección del partido proclamará hoy a Eba Blanco como nueva secretaria general de la formación, tras un proceso de primarias que ha terminado sin que los afiliados pudieran votar. Blanco ha sido la única candidatura aceptada por la comisión electoral, después de que este órgano haya invalidado la candidatura del sector crítico encabezada por Maiorga Ramírez por defectos de forma en algunos de sus avales, concretamente en Iparralde. El dirigente navarro ha reunido 400 avales de respaldo a su candidatura frente a los 60 de Blanco que, pese a todo, será, si no hay sorpresas, la nueva secretaria general.

¿Va a aceptar la proclamación de Eba Blanco?

-Es muy triste lo que está pasando porque se está hurtando la palabra a la afiliación. Va a acceder por la puerta de atrás a la secretaría general. Todo esto la perjudica a ella y a su credibilidad, pero sobre todo al conjunto de EA. ¿Cómo va a defender Blanco el derecho a decidir cuando se lo está negando a la afiliación del partido?

¿Y qué piensan hacer para reconducir la situación?

-Tenemos que agotar todas las vías a nuestro alcance para devolver a la afiliación lo que se le ha hurtado. Un secretario general de EA no tendrá legitimidad si no es elegido por la afiliación. Estamos insistiendo en llamar a la cordura para acabar con esta dinámica perversa que han imbuido a EA Eba Blanco y la actual dirección del partido y en la que se están pervirtiendo principios básicos que siempre han imperado en EA, como son la democracia y la transparencia. Por compromiso con la militancia, hemos presentado un recurso contra la comisión electoral, un recurso ante la Comisión de Garantías, e iremos allí donde pueda garantizarse que sea la afiliación la que pueda decidir quién va a ser su secretario general.

Pero esa decisión llegará ya con Blanco proclamada secretaria general. ¿Qué van a hacer ? ¿Se van a dar de baja en el partido? ¿Se producirá una escisión?

-Vamos a dejar trabajar a la Comisión de Garantías y pudiera ser que antes del lunes (hoy) tome una decisión al respecto. No obstante, no conozco a nadie de los 400 avalistas que han apoyado mi candidatura con la intención de bajarse del carro de este partido. Todos estamos convencidos de que EA es un proyecto de futuro. Las adversidades son importantes, pero no va a suceder nada que nos haga descabalgarnos de este proyecto que sentimos muy nuestro.

La dirección asegura que usted no cumplió con el requisito de los avales. ¿Es cierto?

-Es falso. El reglamento no exigía cinco avales por territorio, sino exclusivamente 50 avales en el conjunto de Euskal Herria. Nosotros presentamos 400 y, Eba Blanco, 60. Pero incluso asumiendo la ficción de que fueran necesarios cinco avales por territorio, nosotros superamos esa cifra en Bizkaia, Gipuzkoa, Araba y Nafarroa, y en Iparralde presentamos siete.

¿Por qué no pasaron el corte en Iparralde?

-Presentamos siete avales en Iparralde y tuvieron que invalidarnos cinco por defecto de forma para poder justificar la decisión de anular nuestra candidatura. No nos dieron ningún plazo para subsanar los supuestos errores de trámite. En cualquier proceso democrático interno se tienen que dar una serie de circunstancias muy graves para impedir que la afiliación pueda decidir entre las diferentes opciones. Eba Blanco y su sector han tenido que recurrir a excusas que atentan contra el sentido común para poder justificar la invalidación de una candidatura y así quedarse como única candidatura.

¿Cuántos afiliados tiene EA?

-Es algo que a día de hoy no he podido saber.

¿Ha pedido el listado?

-Desde que en marzo de 2019 la Comisión de Garantías dictaminó que todos los miembros de la Ejecutiva de EA tienen derecho a conocer el censo de afiliación, la dirección se ha negado a facilitarme esos datos. Incluso en el proceso de recogida de avales se me impidió el acceso normalizado a los censos.

¿Por qué no se le facilita el acceso a esos datos a un candidato a la secretaría general?

-Quiero pensar que es fruto de que están en una dinámica perversa de autojustificación, saltándose los más elementales principios de la democracia y de la igualdad de oportunidades entre los candidatos. Pese a esas zancadillas, hemos reunido 400 avales, seis veces más que los de Eba Blanco.

La dirección se aferra al reglamento electoral y, los críticos, a lo que dicta la Comisión de Garantías. En ese choque, ¿cuál prevalece?

-Nadie puede ampararse en excusas reglamentarias o burocráticas para hurtar a la afiliación su derecho a optar entre dos candidatos a secretario general y entre dos proyectos estratégicos de EA que encarnamos Eba Blanco y yo.

¿Creen que la militancia entiende esta bronca?

-Nadie entiende lo que está sucediendo, ningún afiliado termina de entender cómo no se le permite decidir entre las dos opciones. Esta circunstancia flaco favor le hace a la historia de EA y al porvenir de este país, porque este país necesita una fuerza abertzale socialdemócrata.

Blanco se ha rebelado contra dos de los cinco miembros de la Comisión de Garantías porque han avalado su candidatura.

-Es patético, porque invalidar a un candidato, acallar a Garaikoetxea, expedientar a los coordinadores territoriales y ahora hacer un llamamiento público para purgar a aquellos que no asumen con sumisión su visión son cosas muy graves y muestran más que nunca que es necesario que impere la cordura en la dirección.

¿Puede un partido pequeño como EA sobrevivir con una crisis interna de tal calibre?

-Es evidente que la situación entristece a un número importante de afiliados y afiliadas que han dedicado mucho tiempo a trabajar por el partido y por el país, y que ahora asisten a este espectáculo. No obstante, estoy convencido de que por encima de estos tristes episodios el proyecto político de EA va a prevalecer, porque es un proyecto fundamental para el país, para que EH Bildu pueda concitar ese voto situado en la socialdemocracia, en la institucionalidad, en la claridad a la hora de rechazar todo tipo de vulneración de derechos humanos, y sin complejos a la hora de reivindicar y defender que este país debe ejercer el derecho de autodeterminación.

¿Qué futuro tiene el partido con Eba Blanco al frente de EA?

-Eba Blanco y su sector piensan que EA está satisfecha con su situación actual en EH Bildu y con su aportación a la coalición. Nosotros pensamos que EA tiene mucho más que aportar, tiene que tener más protagonismo para sacar este país adelante a la hora de conseguir sus derechos. Eba Blanco entiende que la participación de Eusko Alkartasuna se debe circunscribir solo a las estructuras propias de EH Bildu y diluir ahí la militancia del partido. Estamos ante un proyecto continuista hacia la disolución de EA en las estructuras de EH Bildu y, frente a eso, nosotros planteamos un cambio de rumbo, una apuesta por reforzar el partido y hacer que el partido recupere el brillo con el que se fundó.

¿La crítica va también dirigida a EH Bildu?

-En absoluto. Estoy muy orgulloso del trabajo de todos los componentes de EH Bildu. Sortu está haciendo un gran trabajo en la coalición y no hay nadie de la base social de la izquierda abertzale que no se vea representado en EH Bildu. Tampoco hay nadie de la base social de Alternatiba que no se vea representado por el partido de Matute. No obstante, muchos echamos de menos que EA haga el trabajo que le corresponde para aportar más a EH Bildu. EH Bildu no es un proyecto acabado, tiene mucho que aportar y crecer.

El sector oficial ha pedido a Garaikoetxea que se aparte de este debate. ¿Debería apartarse?

-El lehendakari es una persona referencial para Euskal Herria y para EA es un compañero de partido en todas las asambleas, congresos y actos. Me siento muy orgulloso de lo que hizo como lehendakari, de lo que está haciendo y de las opiniones que pueda emitir en adelante. Me parece una indecencia que la dirección pida al lehendakari que no dé su opinión.

¿Hasta dónde van a llevar este pulso con la dirección?

-Hasta que la afiliación recupere el derecho a decidir y votar que se le ha hurtado y estoy convencido de que lo vamos a conseguir.