MADRID. Así lo ha denunciado el abogado de la familia, Luis Felipe Utrera Molina, a su salida del camposanto, quien también se ha quejado de que no les hayan permitido poner sobre el féretro "la bandera nacional". "No hay precedentes de esto por parte de un Gobierno", ha protestado.

Sin embargo, uno de los bisnietos del dictador se ha acercado a los medios de comunicación extranjeros para hacer declaraciones sólo en inglés, limitándose a utilizar el castellano únicamente para agradecer su trabajo a las Fuerzas de Seguridad.

De su lado, el nieto del dictador Francis Franco, que ha acompañado sus restos mortales durante el vuelto en helicóptero entre el Valle de los Caídos y el Cementerio de Mingorrubio, ha hecho constar su desacuerdo con cómo ha organizado el Gobierno la operación de exhumación y reinhumación de su abuelo.

LA IGLESIA, COMPLICE DE LA PROFANACIÓN

Además, ha repatido entre la prensa un comunicado en el que acusa al Gobierno de Pedro Sánchez de haber "consumado la profanación" del sepulcro de su abuelo "con el aval de los demas poderes del Estado y la jerarquía eclesiástica", causando así un "gran atropello" a los derechos fundamentales de la familia.

"Lo que el Gobierno presenta como una victoria de la democracia no es más que un impudico circo mediático que sólo busca propaganda y rédito electoral", reza el comunicado, recogido por Europa Press.

"Pero aquí estamos por encima de miserias y mezquidades, porque ha primado nuestra firme decisión de no abandonar jamás a nuestro familiar cuya dignidad y memoria hemos defendido siempre y ahora más unidos que nunca", abunda la familia.

Los familiares han aprovechado también para agradecer las muestras de apoyo que, aseguran, les han brindado "miles de españoles" mostrando "lealtad" a la memoria del dictador, muy especialmente a la Comunidad Benedictina que le ha custodiado "digna y heróricamente" durante casi 44 años en el Valle de los Caídos.

La familia hace extensivo su agradecimiento a los medios de comunicación que, a su juicio, les han tratado con "respeto y consideración" en todo este proceso, que, recalcan han tenido que afrontar recibiendo "graves insultos y calumnias" por el mero hecho de defender sus derechos.