Bilbao - La principal incógnita tras la nueva cita con las urnas del 10 de noviembre es si la situación de bloqueo persistirá o si será posible formar un Gobierno. Mientras las encuestas electorales apuntan a la primera posibilidad, las diferentes propuestas de los partidos políticos para dotar de estabilidad a la próxima legislatura no acaban de calar, inmersos como están en el fragor de la precampaña. Es lo que sucedió ayer con el planteamiento lanzado por el presidente español en funciones y candidato a la reelección, Pedro Sánchez, que fue rápidamente desdeñado por los principales dirigentes del PP y Ciudadanos.

En un documento difundido ayer, Sánchez se compromete, si gana los comicios, a presentar a cada partido en las 48 horas siguientes una propuesta para formar en diciembre un gobierno “progresista, unido y coherente” que no dependa de las fuerzas independentistas y que pueda iniciar el mismo enero los trabajos para aprobar unos nuevos Presupuestos del Estado.

Pero este plan, advirtió, depende de que el PSOE alcance una mayoría suficiente el 10 de noviembre. De ahí que en su mitin en Alcorcón instara a la movilización para que la voz de los que dijeron el pasado 28 de abril que querían que España avanzara “se vuelva a escuchar de manera más rotunda y nadie pueda bloquear al PSOE”. A juicio, el 10-N están sobre la mesa dos únicas opciones: o avanzar, y según él su partido es el único que lo garantiza, o seguir en el bloqueo, si se opta por la “sopa de siglas” que hay a izquierda y a derecha del PSOE.

Este plan fue rápidamente respondido por los partidos de la derecha, y el presidente del PP, Pablo Casado, lo calificó de “inaceptable” porque “alguien que crea un incendio no puede ponerse el casco de bombero”. Durante la presentación de la candidatura del PP por Madrid al Congreso y al Senado, agregó que “igual que los pirómanos no apagan los fuegos, los que llevan bloqueando conscientemente la situación política no pueden engañar diciendo que si se les vota van a desbloquear la situación”.

Casado agregó que Pedro Sánchez “es sinónimo de bloqueo” ya que, a su juicio, “ha podido pactar con cuatro opciones distintas” para que no hubiera repetición electoral, pero “no ha querido”. El popular explicó que el líder socialista “ha sido incapaz de hablar con nadie” y que “rompió su partido para no facilitar un Gobierno”. “Rompió con su socio preferente, Podemos. Rompió con su socio de 2016, Ciudadanos. Rompió con el PP, con quien había pactado el 155, para llegar por el trazo más corto, con una moción de censura, al Gobierno”, criticó.

Acuerdo a tres El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, consideró a su vez un “error” la agenda de desbloqueo planteada por el presidente del Gobierno en funciones y en su lugar ofreció un pacto entre PSOE, PP y C’s. Según él, Sánchez sugiere de nuevo buscar acuerdos entre Unidas Podemos, Más País, los nacionalistas y los independentistas, lo que considera un “error”. A su juicio, se trata de un “baile de sillones” que implica un “bloqueo político”.

En un vídeo publicado en Twitter, Rivera propuso una solución, que calificó de “compromiso por España”, consistente en la firma “por escrito” entre Sánchez, Casado y él mismo de un acuerdo para poder llevar a cabo las reformas necesarias en materias que les “unen”. Puso como ejemplos la sanidad, la educación y las pensiones, independientemente de quién gane las próximas elecciones generales.