Bilbao - La presencia de grupos violentos que tratan de boicotear reuniones de alto nivel como el G7 es “un hecho objetivo”, aseguró ayer el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska. Ello obliga a adoptar “las medidas necesarias”, por lo que las Fuerzas de Seguridad del Estado están “formadas y preparadas para prevenir hechos violentos” como los que han ocurrido en cumbres anteriores a la que va a tener lugar hasta el lunes en Biarritz.

El miembro del gabinete de Pedro Sánchez presidió ayer la constitución del Centro de Coordinación Operativo (CECOR), en la sede de la Subdelegación del Gobierno de Gipuzkoa, en Donostia, con motivo de la cumbre del G7. Durante su visita, Grande-Marlaska supervisó además el control de seguridad de la Policía Nacional en el Puente de Behobia, comprobó el dispositivo de la Guardia Civil desplegado en el embarcadero de Hondarribia y realizó un recorrido a bordo de una patrullera marítima.

En declaraciones a los medios, detalló la presencia de “elementos violentos que aprovechan que parte de la ciudadanía ejercita sus derechos de oposición para infiltrarse”, en alusión a movimientos como los chalecos amarillos, radicales de izquierdas o anarquistas. Agregó que buscan “ejercer la violencia” y lograr un “protagonismo que una sociedad democrática” no puede “admitir de manera violenta”, pero que “acepta y admite siempre que sea pacífico”.

El ministro explicó que existen distintos dispositivos para garantizar el normal desarrollo tanto de la reunión del G7 como de la contracumbre, en coordinación con Francia, con un despliegue en el que participan 1.878 efectivos de la Guardia Civil y 932 de la Policía Nacional, además de 4.000 ertzainas y distintos agentes de la Policía Foral navarra y de la Guardia Municipal de Irun.

Rechazó cualquier tipo de “improvisación” y defendió que “se ha preparado” este operativo en detalle. “Hemos colaborado con Francia en los últimos meses en distintas reuniones a nivel de los ministerios del Interior, y también hay un comité permanente de seguimiento entre el Ministerio del Interior, la Secretaria de Estado de Seguridad y el Gobierno vasco”, detalló en Donostia, donde compareció junto a la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, y los delegados del Gobierno en la CAV y Nafarroa, Jesús Loza y José Luis Arasti, respectivamente.

También hizo hincapié en los problemas de circulación previstos en la frontera de Irun que, según dijo, supondrán unas “dificultades añadidas” por la operación de tráfico de regreso de vacaciones habitual en estas fechas. Por este motivo, hizo un “llamamiento a la responsabilidad” de los ciudadanos para que opten por itinerarios alternativos. - DEIA