LA llamada de Quim Torra a la confrontación asegurando que no permitirá que el 1-O se convierta en una ensoñación en el imaginario del independentismo, así como los reproches de Jordi Sànchez a ERC por su llamada al adelanto electoral, como barajó Oriol Junqueras, en caso de que la sentencia por la causa del procés sea adversa, son solo las últimas pinceladas de la divergencia en el seno del independentismo de cara a responder al fallo judicial y al escenario político en ciernes. Un horizonte donde posconvergentes y republicanos mantienen una batalla abierta que afecta también al liderazgo a corto plazo del soberanismo. Varios aspectos ilustran la distancia entre ambas fuerzas.

Respuesta al fallo judicial

En la enésima llamada a la unidad, Torra reconoce que existe una “batalla” entre independentistas, dos formas de ver el camino hacia “la República” y dos agendas de partido, las de ERC y JxCat, socios en el Ejecutivo, lo que hace más plausible el adelanto electoral. Los republicanos insisten en no descartar una vuelta a las urnas tras las sentencias. El president, que tiene la competencia para convocar comicios, evita referirse a ello, mientras el espacio posconvergente pierde fuelle en las encuestas y reordena sus familias. La propia Crida de Puigdemont habla de disolver PDeCAT.

Investidura de Sánchez

Mientras ERC sigue tendiendo la mano para respaldar al PSOE y contar con un Gobierno progresista que evite una alianza de derechas en Moncloa, el denominado trifachito que, por ejemplo, gobierna la Comunidad de Madrid; JxCat insiste en sus “155 razones para el no” a Sánchez, en referencia a la intervención de la Generalitat tras el 1-O con el aval socialista.

Listas unitarias

JxCat pretende reeditar la fórmula de JxSí de aglutinar en la misma plancha a todo el independentismo, aunque ERC prefiere presentarse en solitario. Desde el entorno de Puigdemont y Torra no cesan sin embargo en reclamar a los republicanos que no cierren la puerta a “ir juntos” en un proyecto “de suma”. Pero desde ERC creen que se suma más por separado, e incluso inciden en ampliar la base social para la ruptura incluyendo a un buen sector de los comunes.

Presupuestos

El vicepresident Pere Aragonès, de ERC, sostiene que si este año tampoco se aprueban nuevos Presupuestos -los de 2017 fueron los últimos en acordarse y siguen prorrogados- debería haber elecciones. Torra lleva meses anticipándose a la posibilidad de que no puedan desbloquearse las Cuentas, para las que el PSC se ofrece a negociar, y dando por hecha otra prórroga. En paralelo, el Govern demandará al Gobierno español por unos impagos que ascienden a 1.317 millones de euros, otro a Sánchez en un otoño judicialmente caliente.

Unilateralidad

ERC aboga por la vía pactista y de diálogo con Madrid, mientras que JxCat, con el Jefe del Govern a la cabeza, llama a abrir los ojos y apostar nuevamente por “tomar la iniciativa” y optar por la ruptura. “Lo volveremos a hacer”, señala Torra. “La confrontación no es agradable, pero no se puede evitar”, advirtió, citando al president en el exilio Puigdemont.

Pactos municipales

Los pactos municipales que han llevado tanto a ERC como a JxCat a aliarse con partidos como el PSC, que apoyó la aplicación del 155, han abierto heridas entre ambas formaciones al echarse en cara algunos de esos acuerdos. La alianza más visible y criticada incluso por algunas entidades independentistas es el de JxCat y el PSC en la Diputación de Barcelona.

Exilio y prisión

La sima entre Puigdemont y Junqueras se agigantó. El distinto camino tomado tras el 1-O y la DUI, el primero en el exilio y el segundo en prisión preventiva, acarrea implicaciones políticas y judiciales.

Investir a Puigdemont

Para JxCat el pecado original del fin de la unidad llega cuando el president del Parlament, el republicano Roger Torrent, descarta intentar investir a Puigdemont a distancia porque no se puede hacer efectivo.

Polémica Diada

El 11-S la ANC organizará otra multitudinaria reivindicación de la que se darán de baja miembros republicanos porque el acto se presenta como una concentración “antiERC” y “antitraidores”. JxCat apela a la unidad porque la división “solo nos mina”.