donostia - Varios responsables de seguridad y de los servicios de inteligencia franceses trataron de disuadir el año pasado al Elíseo de que eligiera Biarritz como sede de la reunión del G-7 que se va a celebrar la próxima semana. “Quizá la peor opción”, describe France Inter en una información que dio a conocer ayer y que atribuye a un “alto funcionario de uno de los servicios de inteligencia” del Ministerio del Interior francés. La situación geográfica de Biarritz y, sobre todo, las fechas elegidas para la cumbre -en plena temporada estival- hacían desaconsejable la elección de la ciudad imperial como lugar de una cumbre por la que los chalecos amarillos, los black blocks e incluso grupos antisistema de media Europa se verán atraídos.

Según la información que publicó ayer la radio pública gala France Inter, Interior lleva meses trabajando para convertir Biarritz en una “burbuja de seguridad”. Los requisitos que supone una cita de estas características, que ha provocado significativos cambios organizativos en las fuerzas policiales galas -algunos de los principales responsables sindicales estará en Biarritz-, han llevado a los organizadores del G-7 a establecer dos grandes zonas de seguridad en la ciudad balneario, además de aumentar desde esta pasada semana los controles de seguridad en los pasos de Biriatu, puente de Santiago, Puente Internacional y Dantxarinea. Sin ir más lejos, ayer mismo el paso de Behobia era testigo de un control policial conjunto entre fuerzas galas y españolas.

Cuestionados sobre la contracumbre que tendrá lugar entre Hendaia e Irun del 21 al 23 de agosto, los responsables de seguridad que cita la emisora son escépticos. Reconocen esta voluntad y son conscientes de que siempre puede haber grupúsculos cuyos fines son violentos, por lo que la Policía gala se prepara para contrarrestar cualquier conato violento nada más aparezca.

Retenciones Por otra parte, ayer prosiguieron las retenciones en la A-8, donde en dirección a Baiona se llegaron a registrar más de 10 kilómetros en la muga, y otros dos en la N-121-A. Además del paso de Biriatu, en la A-8 también se registraron colas a media tarde en el peaje de Zarautz, donde se acumularon hasta 6 kilómetros también en sentido Iparralde. - J. Arretxe