BILBAO. El Gobierno vasco está recibiendo un espaldarazo importante por parte de la ciudadanía. El PNV ha logrado dos victorias incontestables en las elecciones generales y en los comicios municipales y forales, y sus socios del PSE han remontado posiciones en territorios como Araba, impulsados en parte por el efecto Sánchez. En sintonía con esas dos fotografías, la última entrega del Euskobarómetro mantiene al Gobierno vasco en la cresta de la ola, porque el 86% de los encuestados aprueba su gestión con un aumento, además, de 12 puntos con respecto al anterior semestre. Solo un 12% lo suspende y, además, esa opinión negativa cae 11 puntos. Otro de los datos de la encuesta que vienen a aquilatar esta tesis es el ascenso meteórico en la popularidad del PNV y el PSE. Son los dos partidos que crecen en mayor medida. La formación mejor valorada es el PNV, con un 61% de encuestados que ve muy o bastante buena la trayectoria de los jeltzales, 25 puntos más que hace seis meses. El PSE, en tercera posición, solo alcanza el 26%, pero ha remontado 17 puntos y da un vuelco porque ahora las opiniones positivas superan a las negativas. Un 35% no quiere valorar como buena ni mala su trayectoria. Ningún otro partido alcanza estos niveles de crecimiento.

Estas cifras se dieron a conocer ayer en la presentación del estudio del departamento de Ciencia Política de la UPV/EHU bajo la dirección de Paco Llera. El estudio se realizó entre el 28 de mayo y el 19 de junio. Coincide además con los llamamientos que está realizando el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, para que la oposición asuma el refrendo ciudadano a la gestión del Ejecutivo y abandone la tentación de castigarlo tumbando otra vez los Presupuestos. El Gobierno vasco se ha enfrentado en el último año a la prórroga presupuestaria y la dimisión del consejero Darpón, pero los sondeos no reflejan una situación de desgaste o castigo que sí ha querido proyectar la oposición. En un momento en que algunos grupos especulan con un adelanto electoral, ese escenario sorprendería en una muy mala situación al PP, con un 75% que cree muy o bastante mala su trayectoria. Solo un 2% la aprueba. Ciudadanos y Vox, incluso, tienen registros ligeramente superiores.

EH Bildu, por su parte, consigue que un 30% valore bien su trayectoria, con una subida de nueve puntos. Un 27% la rechaza. Podemos recibe un mayor número de suspensos (39%) que aprobados (16%), aunque ahora se encuentra en medio de un viraje hacia posiciones más pragmáticas en la negociación presupuestaria. En el caso del PNV, solo un 11% desaprueba su trayectoria, con un descenso de trece puntos. Al PSE lo rechaza un 25%, con un descenso de 25 puntos, de manera que las opiniones negativas han caído a la mitad. Los jeltzales reciben el aval ciudadano tras gobernar las principales instituciones e implicarse de manera muy directa en la gobernabilidad de España. Primero, dieron estabilidad a Mariano Rajoy, del PP. Después, respaldaron la moción de censura del socialista Pedro Sánchez y consiguieron a cambio abrir una negociación sobre las transferencias que les permitió completar al 100% el mapa de las carreteras vascas con el traspaso de la AP-68. La ciudadanía parece haber entendido todos estos movimientos. El PSE, por su parte, se beneficia en parte del impulso de Sánchez y también de su proyección en gobiernos forales, municipales y en el autonómico.

Puntuación

La encuesta se realizó a través de 1.200 entrevistas a domicilio. También refleja cómo el lehendakari Urkullu y el presidente de la ejecutiva jeltzale, Andoni Ortuzar, son los únicos líderes que alcanzan el aprobado, con un 5,5 y un 5, respectivamente. Además, a Urkullu lo aprueban la mayoría de encuestados, un total del 68%, lo que supone once puntos más que hace seis meses. La calificación media para la labor del lehendakari y su gobierno vuelve también a superar el aprobado y se sitúa en un 6,1. Ha recuperado ocho décimas con respecto al semestre anterior. Además, lo aprueban los votantes de todos los partidos salvo de EH Bildu y Vox, que tampoco se ensañan con el Gobierno vasco y lo sitúan rozando el aprobado, con un 4,8 y un 4,9, respectivamente.