bilbao - EH Bildu cerró la anterior legislatura en el Estado tratando de modular su posición histórica ante las instituciones de Madrid, en las que ha participado de manera intermitente. La coalición abertzale apostó por influir y emular la posición defendida tradicionalmente por el PNV. En torno a esa idea construyó su campaña electoral, y ahora pretendía tener un papel decisivo en la investidura de Pedro Sánchez, pero los socialistas no levantan el teléfono para hablar con la izquierda abertzale y han trazado un cordón sanitario que solo la incluye a ella y a Vox. El PSOE, por el contrario, sí está hablando con el independentismo catalán de ERC y JxCat. En ese contexto, la portavoz de EH Bildu en el Parlamento Vasco, Maddalen Iriarte, dejó ver ayer el malestar de la coalición en una entrevista concedida a Euskadi Irratia. Cuando dijo que tienen el teléfono en la mano por si llama el PSOE, se le recordó que Sánchez no tiene intención de llamar y, en ese momento, fue contundente: “a lo mejor se arrepiente”.

Iriarte dijo que el PSOE “tiene que abandonar la hipocresía” porque “ha acordado con EH Bildu” en el pasado en Euskadi, en instituciones como la Diputación de Gipuzkoa. Puso en valor los votos que ha logrado Bildu y pidió poner fin “a las excusas”. “Ya es hora de que las formas de hacer en España cambien y opten por las formas democráticas”, dijo.

A la izquierda abertzale le sigue perjudicando la sombra del pasado en Madrid, donde se le exige que condene la violencia de ETA para ser considerada como una interlocutora más. El ambiente de presión de la derecha española disuade a Sánchez, aunque la política de vetos esté superada desde hace años en la gestión cotidiana en la CAV. El clavo ardiendo al que se puede aferrar EH Bildu es que ERC se abstenga en la investidura y la coalición, por extensión, lo presente como fruto de su acción conjunta. Preguntada por la abstención, Iriarte dijo que “hoy en día nada está asegurado”, aunque dejó ver que todo apunta en esa dirección cuando apostó por la responsabilidad y no el bloqueo. - M. Vázquez