bilbao - En pleno cortejo presupuestario, la encuesta del Deustobarómetro ha arrojado unos datos que indican que el acuerdo de Elkarrekin Podemos con el Gobierno vasco, con el que tanto se está especulando, estaría bien visto en amplios sectores de la sociedad. La alianza preferida por los vascos para dar estabilidad en la comunidad autónoma es el acuerdo entre PNV, PSE y Elkarrekin Podemos, que además es la fórmula predilecta para los votantes de los tres partidos. El respaldo abrumador de los simpatizantes socialistas es el que más empuja a favor de esta alianza, y en los otros dos partidos la alianza con EH Bildu tiene también un respaldo notable, aunque inferior. Así lo refleja la encuesta del Deustobarómetro en su oleada del verano, un sondeo que no arroja respaldos muy concluyentes ni preferencias claras, pero donde sí es cierto que la alianza favorita es la mencionada y tendría buena imagen.

Y el dato llega precisamente en un momento en el que esta hipotética alianza se encuentra en boca de muchos. Tras haber mantenido una posición más beligerante en los primeros años de la legislatura del lehendakari Urkullu para ser el antagonista del PNV, Elkarrekin Podemos está afrontando con un discurso más posibilista la negociación de los Presupuestos del próximo año, con la vocación de influir en las medidas que se implementen. La aproximación es por ahora muy incipiente en un momento prematuro de las conversaciones, donde aún no se ha hablado de cifras. En plena ciaboga de Podemos, estos datos avalan de alguna manera el acercamiento al Gobierno vasco. Esta alianza, de confirmarse, guardaría sintonía con una eventual legislatura de Pedro Sánchez en el Estado que pudiera apoyarse en Unidas Podemos y contar con el respaldo exterior del PNV que, en sus diferentes variantes y con añadidos de otros partidos, es también la opción favorita de los votantes de los tres partidos para el escenario estatal.

La encuesta ubica en primera posición la alianza PNV-PSE-Elkarrekin Podemos en suelo vasco, que sería respaldada por un 23,2%, sin desglosar en función de la ideología del votante. La segunda opción es el pacto PNV-EH Bildu, con un 19%. En un momento en que la relación de confianza está muy tocada, esta suma a dos solo la prefieren de manera abrumadora los votantes de EH Bildu, con un 59,9% que apuesta por una dinámica de colaboración que no se está dando. Los votantes de la coalición abertzale, que no apoyó finalmente los Presupuestos de este año y que ha maniobrado con duras críticas al PNV en el nuevo estatus de autogobierno, sitúan en segunda posición y a mucha distancia con un 22,9% la suma de izquierdas con el PSE y Podemos.

En cuanto al PNV, el resultado está más reñido. Un 30,1% apuesta por el pacto con EH Bildu, pero un número ligeramente superior se decanta por el pacto con el PSE y Elkarrekin Podemos, que alcanza el 30,5%, a pesar de la idea extendida de que la suma entre abertzales es la preferida por los electorados del PNV y EH Bildu. Si se toman en conjunto otras combinaciones plurales con fuerzas de adscripción estatal y no abertzales, como la alianza PNV-Podemos, que recaba un 15%, se comprueba cómo el votante jeltzale tiene una visión más transversal de los pactos, lo que reafirma de manera indirecta la acción de la ejecutiva de Andoni Ortuzar. En el caso de Podemos, también la diferencia entre unos pactos y otros es estrecha, pero hay un dato llamativo: son más los votantes que prefieren un pacto a tres con PNV y PSE (30%), que esa misma fórmula pero sustituyendo a los jeltzales por EH Bildu (28,3%), que en principio cabría pensar que es una formación más atractiva para los simpatizantes de Podemos por ser de izquierdas. Solo en el caso de los votantes socialistas la preferencia es abrumadora a favor del pacto PNV-PSE-Podemos, con un 52,9%.

Los datos sobre el PP son demoledores. Prácticamente nadie quiere un gobierno influenciado por el partido de Alfonso Alonso. En términos generales, solo un 7% quiere un acuerdo entre el Gobierno vasco y el PP, aunque esta fórmula permitió la aprobación de los dos primeros proyectos presupuestarios. La imagen del PP está lastrada a nivel estatal por su discurso limitador del autogobierno. Sin embargo, los profesores María Silvestre y Braulio Gómez matizaron que el rechazo a esta mayoría no implica un castigo por llevarla a cabo y el PNV no perdería apoyos. No se pregunta por el pacto PNV-PSE, porque no alcanza la mayoría absoluta.