bilbao - La vía del grupo de juristas para ampliar el autogobierno vasco es la única que despierta consenso entre los partidos, aunque tenga limitaciones por sus ritmos y, como cabía esperar, vaya camino de la prórroga en sus trabajos hasta el 30 de noviembre por las diferencias de criterio entre los expertos. EH Bildu no tendrá ninguna compañía si sigue adelante con su intención de registrar su propio articulado para el nuevo estatus de autogobierno. Elkarrekin Podemos dejó sentenciado el recorrido de esta iniciativa al rechazar ese paso “unilateral”, dijo que es un “flaco favor” para la convivencia dentro del grupo de expertos designado por los partidos, y le pidió abiertamente que escoja entre continuar con la ponencia parlamentaria y el método de trabajo pactado por todos, o seguir su propio camino. “No se puede sopas y sorber”, lanzó Lander Martínez en Radio Euskadi. PNV, PSE y Podemos comparten que hay que dar margen a los juristas. Solo el PP coincide con EH Bildu en criticar los ritmos de los expertos, aunque en su caso la intención de fondo es otra y rechaza “marear la perdiz” con una ampliación del autogobierno que no comparte. La coalición abertzale se arriesga a quedar retratada junto al único partido que rechaza el debate del nuevo estatus.

La coalición abertzale, sometida a una presión cada vez mayor para que rectifique, registrará su propio articulado con la firma de su experto Iñigo Urrutia y con el argumento de que el resto de juristas no están cumpliendo los plazos porque junio terminará sin un texto cerrado. Sobre todo, culpa al PNV, con quien pactó las bases, y a Elkarrekin Podemos, que se sumó al apartado social, pero ahora cree que no están defendiendo con empeño la encomienda. Este anuncio, en plena campaña electoral y con formas que no gustaron a ningún grupo, fue recibido con fuertes suspicacias desde el PNV. El PSE no tomó siquiera en consideración este movimiento y lo interpretó como una pugna en el espectro abertzale. No tiene ninguna intención de trabajar sobre un texto con el sello de EH Bildu. El PP se opone directamente a una reforma estatutaria. Elkarrekin Podemos completó ayer esta fotografía criticando a EH Bildu.

Estas reacciones confirman que cualquier iniciativa unilateral, con sello de partido, tendrá poco futuro en la ponencia, levanta recelos y no parece la clave para desbloquear los trabajos. Ante el riesgo de aparecer como la responsable de dinamitar la reforma, EH Bildu ha matizado su anuncio y asegura que no hará público su texto, sino que se lo entregará a los juristas como herramienta de trabajo, en un intento de rebajar el órdago y respetar la confidencialidad del grupo. Lo hará en la próxima reunión de los expertos, aún por concretar.

La única vía que queda para la reforma del estatus es la del grupo de juristas. Mañana mismo, la Ponencia de Autogobierno dará el visto bueno a su petición de ampliar los trabajos hasta el 30 de noviembre. PNV, Podemos y PSE siguen respaldando a los juristas. Se da la paradoja de que el único que secunda las críticas de EH Bildu al ritmo de los expertos es el partido que no quiere ampliar el autogobierno y que ha tenido una actitud poco constructiva: el PP, que no va a apoyar la prórroga mañana y solo se abre a un aplazamiento hasta julio para que el PNV despeje de inmediato su posición en los asuntos nucleares y deje de “marear la perdiz”, según confirmaron a este periódico. Bildu no anunciará su voto hasta mañana.

los trabajos La intención de los partidos es dar margen a este grupo para que trabaje en los consensos y pueda rematar los acuerdos que ya ha encarrilado sobre el blindaje de las políticas sociales y las relaciones con Europa. En estos trabajos, ha participado también el catedrático designado por los socialistas, Alberto López Basaguren, de manera que la discusión no se ha estancado en el consenso que pudieran forjar el jeltzale Mikel Legarda e Iñigo Urrutia. A propuesta de Elkarrekin Podemos trabaja Arantxa Elizondo, y desde el PP, Jaime Ignacio del Burgo.

Es cierto que, debido a la complejidad de la negociación, los juristas no han cerrado aún los aspectos de mayor alcance político que van al meollo del debate sobre la soberanía, como el blindaje de las competencias, la capacidad de las instituciones vascas para actualizar su autogobierno en virtud de los derechos históricos con una propuesta al Estado, la nacionalidad vasca, o la consulta habilitante antes de someter el articulado a la consideración del Congreso de los Diputados. El PSE, por ejemplo, no ve margen para ampliar el autogobierno sin una reforma previa de la Constitución española. Esta situación tan compleja es la que arroja dudas sobre la posibilidad de dejar cerrado el estatus en esta legislatura, más aún si se produce un adelanto electoral a los primeros meses del próximo año en un escenario de caída de los Presupuestos. En cualquier caso, estos plazos afectan por igual al articulado que pueda presentar Bildu que, además, cuenta con el obstáculo de que el resto de partidos lo ven con reservas.

Elkarrekin Podemos confirmó que hay avances en los juristas. Cuando fue preguntado de manera directa sobre la existencia o no de avances, Martínez fue concluyente: “Sí hay avances. Al ritmo que permiten las diferencias que ya sabíamos que iba a haber entre los juristas. Es que esto no es nuevo”, aclaró. Sobre la posibilidad de que EH Bildu plantee un articulado, consideró que “flaco favor le hace a la ponencia”. “Encontrarse con un texto unilateral de una formación a través de un experto, que al final va a ser correa de transmisión, flaco favor hace a la convivencia en el grupo de expertos y a la encomienda que se pactó. No hay margen para incluir de repente un elemento externo más. EH Bildu tiene que decidir si quiere continuar con la ponencia, si quiere que termine el foro, o si quiere ir con su texto por otro lado, pero lo que no se puede es sopas y sorber. Hay que tener un respeto y una confianza en el trabajo que están haciendo estas personas”, zanjó.

La encomienda al grupo de juristas se aprobó con los votos de PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos. Los socialistas se abstuvieron y el PP votó en contra. Los términos de la encomienda fueron muy aplaudidos por EH Bildu, porque tomaban como base el texto pactado con el PNV. No obstante, al mismo tiempo se apostaba por buscar puntos de conexión con Elkarrekin Podemos, PSE y PP. Los jeltzales han priorizado todo este tiempo la búsqueda de un consenso más amplio porque el texto tendrá que acabar tarde o temprano en el Congreso, pero EH Bildu ha avisado de que no admitirá que se rebajen las bases pactadas. El divorcio a cuenta de que no se haya cerrado un texto en ocho meses es la herencia de esta discrepancia inicial que tienen PNV y EH Bildu, porque los jeltzales dan la bienvenida a una prórroga de los juristas si es para ampliar el acuerdo y no ven como un dogma de fe las bases.

argumentos Por parte de Bildu, su portavoz parlamentaria, Maddalen Iriarte, negó en ETB que su grupo tenga intención de “dinamitar” la ponencia, y dijo que su texto es una “contribución”. “Tengo dudas sobre si algunos no han empezado a construir excusas para que se quede como está”, dijo sobre los jeltzales. La presidenta de la ejecutiva vizcaina del PNV, Itxaso Atutxa, apostó por el pacto. “Si, como dicen los expertos, el trabajo va bien y están logrando puntos importantes de acuerdo, dejemos que sigan trabajando otros cinco meses. Por eso, no entiendo lo de Bildu. Si quiere presentar otro texto, será su propuesta. Todos los partidos tenemos nuestra propuesta de máximos, pero estamos buscando un acuerdo, por lo menos algunos”, dijo a Euskadi Irratia.