Bilbao- La gestión de Bilbao durante los cuatro próximos años va a guiarse por las mismas directrices del primer mandato de Juan Mari Aburto. A nivel organizativo no hay grandes cambios en la distribución de las Áreas. La principal novedad es la creación de una nueva concejalía de Igualdad que estará dirigida por la nacionalista Nekane Alonso y el traspaso del Área de Rehabilitación a los socialistas que recae en Gloria Múgica. A nivel cualitativo los cambios vendrán de los nuevos concejales de dos de las Áreas más potentes de Bilbao como son la Policía Municipal y las Políticas Sociales. Los ediles salientes Tomás del Hierro e Iñigo Pombo pasan el testigo a Amaia Arregi y Juan Ibarretxe, respectivamente.

Juan Mari Aburto y Alfonso Gil apenas han tenido una semana para limar asperezas y sellar un pacto que permita la gobernabilidad de la capital sin sobresaltos. La primera semana tras los comicios la polémica en el Ayuntamiento de Irún eclipsó cualquier otra negociación y tras el acuerdo alcanzado y el posterior acuerdo a nivel global PNV-PSE para garantizar la estabilidad han transcurrido seis días de cocina. Ambos dirigentes ya saben que una vez eche a andar el gobierno no se pueden permitir abrir polémicas sobre asuntos de la ciudad que distraigan a la ciudadanía del verdadero objetivo político por el que gobiernan.

La experiencia de los cuatro años pasados -en los que apenas se han producido tres crisis entre ambos partidos- les hace coincidir en la necesidad de fortalecer el acuerdo, por encima de sus diferencias, y eliminar las piedras que puedan entorpecer el camino. Así que las fuentes consultadas aseguran que “no es teatro”. Hasta el viernes a las cuatro de la tarde no había un acuerdo de gobierno. No eran socios.

Las principales aristas una vez que zanjaron el affaire de los primeros días, cuando midieron sus fuerzas cualitativa y cuantitativamente, han sido temas de ciudad. Ya no se trataba de hacer una distribución de las Áreas sino de acordar las directrices de los temas que van a marcar la agenda durante esta legislatura. Algunos son de gran transcendencia como puede ser el caso de Zorrotzaurre y los espacios de oportunidad, pero sin dejar de lado la rehabilitación de otras zonas consolidadas. Y otros, aunque parecen de menor enjundia, también son banderas dentro de los partidos como puede ser la Casa de las Mujeres. A ambos les preocupa la seguridad y han tenido que poner sobre la mesa el punto de partida.

Estos y otros asuntos han taponado hasta las últimas horas un pacto que incluso para ediles de otros partidos era lo esperado. - Olga Sáez