bilbao - ¿EH Bildu debería revisar su oposición a Urkullu tras los resultados electorales?

-Tienen que aterrizar en la realidad. No pueden disfrazarse de moderación en campaña y, al mismo tiempo, ser el frente del no en el Parlamento. Pedimos que, más allá de las grandes palabras de pedir acuerdos de país, tengan en cuenta que los grandes acuerdos se empiezan a suscitar con pequeños acuerdos del día a día. No entendemos por qué no se negocian de verdad unos Presupuestos. Eso no es una alternativa de poder, sino una alternativa del no.

¿Confía en que se recupere la senda del acuerdo presupuestario con el PP, que ha sufrido una debacle?

-Tienen la opción de reposicionarse. Si no, su extinción puede ser para mucho tiempo, aunque la autocrítica brilla por su ausencia.

¿Le preocupa que Bildu y Podemos estén consolidando su alianza a nivel local, por la afección que puede tener en el Parlamento Vasco?

-Coyunturalmente van a estar de acuerdo en muchas cosas. Cosa diferente es saber si van a estarlo constantemente, pero intuyo que no, porque se disputan un ámbito electoral.

¿Da por perdido el debate del nuevo estatus ahora que EH Bildu parece que va a ir a su aire presentando su propio articulado?

-Para nada. Sería una irresponsabilidad que EH Bildu llevara adelante su amenaza de presentar un texto articulado por sí mismo. Y digo amenaza, porque sería tanto como salirse de la ponencia parlamentaria. Nos había costado y nos sigue costando mucho trabajo intentar llegar a un acuerdo amplio sobre el estatus, y nos parece una frivolidad hacer estos anuncios, no sabemos si por ansiedad o por qué. Confío en que no lo terminen de hacer porque hay una comisión que está trabajando duro para hacer posible un acercamiento a las bases que el Parlamento Vasco aprobó.

¿El acercamiento en el que dice que están trabajando los juristas incluye a los del PSE y el PP?

-No puedo decir más, entre otras cosas porque no tengo información directa de los juristas, ya que son profesionales que se deben al mandato parlamentario. Pero intuyo, por el tiempo que llevan y el silencio que hay, que están progresando en el trabajo encomendado. Todos. No sé de qué manera, pero estoy en cierta medida esperanzado.

¿El articulado iba a llegar en junio? Bildu dice que no.

-Lo desconozco, pero que pueda llegar en junio, o que sea necesario un aplazamiento mínimo si es para provocar un acuerdo... Si hay un acuerdo, encantado de la vida.

¿Cree que Bildu no quiere que se ensanche el pacto más allá del PNV?

-Está pensando en clave electoral. Todos los posicionamientos de Otegi, lo que hemos visto en campaña, la imagen más moderada... Alguien está pensando ya en las próximas autonómicas. Me recuerda a una evolución que ya se dio en este país: la evolución de Euskadiko Ezkerra y que Otegi pueda ser el líder de esa opción. Han vivido en la cápsula del tiempo.

Si se produjera este desmarque de Bildu, ¿habría margen para reconducir el debate? ¿Habría que rehacerlo todo con el PSE?

-Estoy esperanzado en los trabajos. Cuando no hay ruido, es que las cosas pueden funcionar.

Para la investidura de Pedro Sánchez, parece que, más allá del calendario de transferencias, el PNV está diciendo que es el momento de abordar el modelo de Estado...

-(Interrumpe) Sí, sí. Lo ha dicho públicamente Andoni Ortuzar. Quien quiera un acuerdo con el PNV, tendrá que asumir no ya la agenda vasca y las transferencias, sino dar una salida real, efectiva y pactada a una nueva situación de autogobierno.

Pero, ¿eso incluye que se permita tramitar el estatus en el Congreso?

-Pactarlo. Pactar una solución para una nueva convivencia. No estamos hablando de la independencia ni del derecho de autodeterminación. Estamos hablando de buscar un encaje bilateral en el que haya un respeto a la decisión de la sociedad vasca y la necesidad de pactarlo.

¿Esto va a estar expresamente en las conversaciones de investidura?

-Evidentemente.

¿Se va a pedir alguna garantía?

-No vamos a adelantar acontecimientos. Cuando el señor Sánchez llame al PNV, si llama, hablaremos.

¿No les ha trasladado el PSOE su apuesta por repetir la mayoría del 175 que proclamó a Batet en el Congreso? En público lo dicen. Cuesta creer que en privado no.

-En política estatal se dicen cosas en público a veces que no obedecen a la realidad. Estamos esperando que se inicien los trámites, y dispuestos a evitar que la extrema derecha cuaje.

¿Esta vez sí va a tener que estar la Seguridad Social en el calendario de traspasos? Sánchez se escapó en la anterior legislatura.

-La situación era un tanto anómala, un Gobierno de 84 diputados y los días contados. Ahora tiene una mayoría más holgada.

¿Que los presos catalanes estén suspendidos influye en la posición del PNV para la investidura?

-Influye en relación a la injusticia que supone. No debían estar privados de libertad en ningún caso. Y el tema de la convivencia en Catalunya sigue estando en primer plano y alguien deberá tener la gallardía de afrontarlo y buscar una solución de diálogo, buscar soluciones legales y, si no están en la legalidad actual, adecuarla a la voluntad democrática mayoritaria.

Sánchez está escenificando que rompe con el soberanismo catalán. ¿Teme que vaya a dar la espalda al debate territorial y eso complique a su vez el apoyo del PNV?

-Espero que no. Aquí se impone más pronto que tarde arrojo democrático.

¿Va a mirar Sánchez a C’s?

-Confío en que no sea así.

EH Bildu intentó disputar la influencia al PNV en campaña, pero sus primeros posicionamientos no han sido decisivos en el Congreso.

-Sí, y dijo que iba a formar grupo con ERC. Sabíamos que no iba a ser así, y Otegi nos acusó de insultarlo. El tiempo pone a cada uno en su sitio. Pero detrás de todo está su descubrimiento a destiempo de que puede hacer cosas. Ha descubierto Madrid. - M. V.