BILBAO - El PNV quiere elevar el volumen del altavoz que tiene Euskadi en Europa. Pretende que las instituciones vascas estén presentes en los foros donde se toman las decisiones económicas; que se tengan en cuenta las haciendas con soberanía fiscal, como las vascas, para que posean una prima de riesgo diferenciada o, incluso, que se cree una inteligencia europea en materia de seguridad donde la Ertzaintza esté plenamente integrada. La jeltzale Izaskun Bilbao, candidata a la reelección dentro de la coalición CEUS que comparte con Geroa Bai y socios canarios, gallegos, valencianos y baleares, presentó ayer en Sabin Etxea un programa para las elecciones del próximo día 26 que presume de su coherencia en defensa de lo vasco en todas las instituciones, en “360 grados”, según la propia eurodiputada. El documento recoge las demandas tradicionales del PNV y propuestas como la del lehendakari sobre una directiva de claridad para organizar referendos pactados y de manera legal.

Bilbao presentó a la Coalición por una Europa Solidaria como una marca que busca ser la “vacuna” contra los populismos y las conductas contra la inmigración y el proyecto europeo, y también pretende promover una Europa social donde se fijen unos estándares mínimos en materia de protección y renta básica, para “rescatar personas con la misma energía con que se han rescatado bancos”. Además, defenderá los intereses de las naciones sin Estado y las regiones que quieren tener una mayor presencia y participar en la toma de decisiones. Bilbao presentó al PNV como el antídoto para la crisis de identidad europea y la “amenaza de involución e intento de olvidar que su principal riqueza es la diversidad”, en pleno auge de “ideologías extremas de partidos de nuevo cuño con propuestas ya fracasadas, que ofrecen soluciones simples a problemas complejos”.

europa social y federal La jeltzale, que propuso más democracia como receta, se refería de manera implícita a Vox y su discurso populista y contra la inmigración, pero también a los partidos de la derecha española que se han acercado a su discurso, han pactado con esa formación, o tienen una visión restrictiva del autogobierno pese a presumir de perfil europeísta en Bruselas, como PP y Ciudadanos, que actúan con otra cara en el Estado español. Bilbao, que exhibió al PNV como el único partido que “defiende lo mismo en los ayuntamientos que en Bruselas”, presentó un programa dividido en cuatro ejes, con más de cien propuestas para una Europa federal e integradora, con una suma de lenguas y culturas.

En el apartado de la Europa federal, va de lo más prosaico y cotidiano (participar en la redacción de leyes), hasta asuntos de mayor alcance político como una directiva de claridad europea para realizar consultas pactadas, una propuesta que ha defendido durante años el lehendakari Urkullu para solucionar problemas políticos como el catalán, y que se mantiene en este programa.

El PNV propone integrar a las comunidades con competencias legislativas en el proceso de elaboración de leyes europeas, reconocer a las haciendas con soberanía fiscal y que tengan una participación coherente en el Ecofin (que reúne a los ministros de economía y finanzas del club europeo), y tener en cuenta esa soberanía fiscal para calcular niveles de solvencia o primas de riesgo. Durante toda la crisis económica, tener una prima de riesgo diferenciada hubiera ayudado a las instituciones vascas, que no se hubieran visto lastradas por el gravísimo problema de competitividad que tenía la deuda española en aquel momento. También se pide transformar el comité de regiones en una institución con mayores competencias, de manera que se amplíe el catálogo de asuntos que se le consultan y sus dictámenes sean vinculantes en determinadas materias. Las comunidades también deberían tener presencia directa en las reuniones del consejo que afecten a sus competencias.

minorías y seguridad El programa del PNV añade la petición de que se redacte una legislación vinculante que proteja los derechos lingüísticos y el derecho a la identidad nacional de las minorías, una directiva de claridad para celebrar referendos pactados, y un procedimiento simplificado para garantizar la permanencia en el club de un nuevo Estado que haya surgido de esa consulta legal. En materia de seguridad, propone una inteligencia europea y que policías como la Ertzaintza y los Mossos puedan integrarse plenamente en ella.

El PNV se presenta a estas elecciones con una coalición que cree que le garantiza la fuerza necesaria para mantener el escaño, aunque los jeltzales y Convergència hayan decidido separar sus caminos. La fuerza de arrastre de las elecciones municipales y forales que se celebran ese mismo día, y el viento de cola de su triunfo en las generales lo sitúan en una saludable posición de partida para compensar la pérdida del moto electoral catalán. Su principal cartel es la candidatura de Bilbao, que con diez años de trayectoria a sus espaldas en la Eurocámara tiene contactos e influencia en Bruselas. En cualquier caso, con vistas al futuro, propone un cambio en la legislación electoral para superar la anomalía de la circunscripción única estatal en las europeas y conformar circunscripciones que concuerden con un Estado plurinacional. En la actualidad, las elecciones europeas se celebran en España con una única circunscripción que perjudica a los partidos que solo tienen representación en sus respectivos territorios y que se ven obligados a coaligarse para aspirar a entrar en el Europarlamento. Esta realidad se contradice con el mensaje de diversidad de la Unión Europea.

El programa aborda también el problema creciente de la inmigración y plantea una política común de asilo para clarificar el panorama. Plantea que se potencien los corredores humanitarios y que las comunidades y las autoridades locales puedan implicarse. En ese asunto, el lehendakari ha tenido una posición de liderazgo para defender la acogida de las personas que huyen de la guerra y la miseria, pero también ha pedido a la Unión Europea que exista una política común que clarifique el reparto y que evite situaciones de descoordinación con las personas que se están desplazando en masa.

Además, el PNV marca perfil social tras una gestión muy polémica de la crisis económica en Europa. El PNV propone consolidar un sistema europeo de protección social que establezca unas condiciones mínimas en seguridad social, sanidad y educación. Se plantea prohibir la brecha salarial entre hombres y mujeres. El PNV no se olvida de los crímenes del franquismo, uno de sus caballos de batalla en Europa. Pide un mecanismo para que ningún crimen de lesa humanidad quede impune, además de perseguir los delitos de exaltación de los regímenes totalitarios.