BILBAO - Podemos señaló ayer directamente a Fernando Grande-Marlaska en el caso del espionaje a Pablo Iglesias después de que ayer se conociera el pirateo de una cámara del dispositivo de seguridad del exterior del chalé del líder de la fuerza morada y de su compañera Irene Montero. En palabras del secretario de Organización del partido, Pablo Echenique, “un hecho de extrema gravedad” que “tiene que ver con el mandato” del ministro del Interior del Gobierno de Pedro Sánchez.

Podemos denunció el 17 de octubre pasado al Ministerio del Interior que la cámara de seguridad que la Guardia Civil había instalado en la vivienda de Iglesias y Montero en Galapagar había sido hackeada, en tanto que las imágenes captadas por el dispositivo de seguridad se podían ver en tiempo real a través de una página web de acceso libre, algo que se comprobó que era cierto, aunque el partido no tiene constancia de que se abriera ninguna investigación. La Guardi Civil tuvo que resetear la cámara y colocó en ella nuevos dispositivos de seguridad para evitar que pudiera ser de nuevo manipulada. Es más, la marca de los círculos recibió tres días antes de denunciar los hechos un anónimo con pantallazos de esa web donde se veían las imágenes de la vivienda captadas por la cámara. “Las cloacas del Estado no se han desmantelado”, lamentó Echenique, aludiendo a que “estamos viendo cómo hay policías que han participado en la trama corrupta como Fuentes Gago que siguen cobrando sueldos públicos”, instando a quienes, como Grande-Marlaska, dicen que las cloacas han sido limpiadas “a replantearse su afirmación”.

Sin embargo, el ministro asegura que “la Guardia Civil llevó a cabo una investigación tras la denuncia de Pablo Iglesias”, y añadió: “Hemos llegado hasta donde hemos podido llegar”. El titular del Interior explicó que la citada cámara de seguridad fue instalada “al no haber presencia exterior de la Guardia Civil continua”, y porque “no se daba una cobertura a todo el recinto”. Y trató de hacer hincapié en que la instalación tuvo como objetivo “identificar si alguien volvía a hacer una pintada o cualquier circunstancia atentatoria de la seguridad de Pablo Iglesias y su familia”.

Grande-Marlaska matizó que la cámara “ya ha sido retirada, no por el hackeo, sino porque ya hay una medida de seguridad exterior estática”, en referencia a una garita de seguridad del instituto armado instalada en el exterior de la vivienda, y de paso censuró la actitud de “algunos medios” ante “las publicaciones de datos que yo creo indebidos sobre personas, viviendas y ocupaciones”, que, según el ministro, “lo único que hacen es llamar a terceros con un comportamiento no muy cívico”.

Iglesias ha cargado en los últimos días contra las maniobras policiales de Interior durante el mandato del PP para espiar a Podemos y fabricar pruebas falsas de financiación ilegal contra el partido para que no accediera a gobernar, una trama apoyada por “medios de comunicación”. El líder de Podemos acusa a las cloacas del Estado de juego sucio e insiste en que el Gobierno socialista no solo no ha hecho la limpieza suficiente en la Policía para acabar con esas prácticas, sino que se mantuvieron durante este periodo último con Grande-Marlaska al frente del Ministerio. Hoy presentará su propuesta de policía para limpiar lo que para él siguen siendo las “cloacas” estatales.