bilbao - El PP ha empezado a cumplir el anuncio de su presidente, Pablo Casado, de recurrir ante el Tribunal Constitucional (TC) los seis decretos ley aprobados el pasado miércoles por el Gobierno de Pedro Sánchez. De momento han impugnado los relativos a la ampliación del permiso de paternidad hasta 16 semanas en 2021 y a los cambios en el mercado de alquiler alegando que carece de la “extraordinaria y urgente necesidad” que exige la Constitución para aprobarlos con las Cortes disueltas.

Además de estos decretos, la Diputación Permanente del Congreso de los Diputados convalidó las medidas que regularán el alquiler de viviendas, el escenario de un Brexit duro, la recuperación del subsidio de desempleo para los mayores de 52 años, las contrataciones en la estiba y la inversión del superávit en autonomías y ayuntamientos.

El texto contó con el apoyo de todos los grupos parlamentarios, a excepción del PP, que votó en contra al considerar electoralistas los decretos. PNV y EH Bildu apoyaron todos los decretos, lo que sirve de coartada a los populares para tildarlos de “abertzales” y, en referencia a la formación liderada por Arnaldo Otegi, de tener el apoyo de los “filoetarras”.

Ciudadanos también se hizo cómplice de flirtear con los abertzales y los terroristas ya que apoyó algunas de las medidas, en otros casos se abstuvo y solo votó en contra del decreto de alquiler, que amplia la prórroga obligatoria del contrato de tres a cinco años (a siete, si el arrendador es persona jurídica).

Los populares no entran en el fondo de los decretos a la hora de reclamar su impugnación ya que su argumento es que carecen del presupuesto habilitante de extraordinaria y urgente necesidad que exige la Constitución para que se puedan aprobar con el Congreso de los Diputados disuelto por la convocatoria de elecciones. “La urgencia real no se puede identificar con la urgencia política electoralista”, sostienen, en alusión al Gobierno de Sánchez. Rechazan que utilice los decretos “como arma electoral pagada por todos los españoles”.

El PP alega además que los decretos-ley se justifican por tener disposiciones que modifiquen de manera instantánea la situación jurídica existente, y en cambio el que aprobó el Gobierno apuesta por una “aplicación paulatina” de algunos artículos y no ha acabado de entrar en vigor hasta el 1 de abril, cuatro semanas después de aprobarse en Consejo de Ministros.

Casado concedió a EH Bildu el título de determinante en la votación que desniveló el resultado en favor de Sánchez, obviando que fue el PNV el que tuvo la última palabra y finalmente rompió el empate en la Diputación Permanente. El líder del PP necesita agitar el fantasma de un Sánchez apoyado por Torra en Catalunya, Otegi en Euskadi y Pablo Iglesias en España, aunque la realidad le contradiga.

En un acto político en Huelva insistió en el estupor que le da ver al líder de EH Bildu presumiendo de que es “clave” el Gobierno socialista. “No puedo mirar a la cara a mis compañeros y a las víctimas del terrorismo -continuó- sin decirles que esto en nuestro Gobierno nunca va a pasar. Nunca dependeremos ni negociaremos con un partido proetarra que aún no ha condenado 800 asesinados en España”. En este punto, Casado se preguntó hasta qué grado de “indignidad” va a llegar Pedro Sánchez para seguir en el poder. “Jamás he visto tal capacidad de humillación”, añadió.