bilbao - El expresident de la Generalitat Carles Puigdemont, se refirió ayer a las trabas que le puede acarrear la renovación de su Documento Nacional de Identidad (DNI), que le caduca en menos de un año (febrero de 2020). Según admitió Puigdemont, la imposibilidad de renovarlo desde Bruselas le provocará problemas en el plano “administrativo práctico”. En cuanto a su pasaporte, también se quedará obsoleto dentro de dos años, lo que le complicará su situación, según reveló en una entrevista al diario argentino Clarín.

De cualquier manera, el expresident y candidato a las europeas por Junts per Catalunya afirma que “nunca” va a dejar de estar “en situación de regularidad”, aunque no explica cómo. “Voy a administrar la circunstancia en que me encuentre en ese momento”, se limitó a añadir.

Puigdemont tampoco admite su situación judicial en España porque asegura que es “un ciudadano libre en Europa” y que “hay una causa” contra él pero que está “archivada provisionalmente”. De cualquier forma, Puigdemont sería detenido si vuelve a territorio español y puesto a disposición del Tribunal Supremo, al pesar una orden nacional de busca y captura contra él por rebelión y malversación de caudales públicos. - DEIA