Míriam Vázquez

bilbao - El motor de la Ponencia de Memoria del Parlamento Vasco ha dejado de estar gripado, los engranajes comienzan a moverse y las ruedas se han puesto en movimiento para alumbrar los primeros avances. PNV y Elkarrekin Podemos confirmaron ayer tras la reunión del foro parlamentario la información adelantada por DEIA: existe un acercamiento y un “consenso básico” entre ambos grupos sobre el documento final, en palabras de la coalición de izquierdas. A falta de limar algunos detalles y seguir aproximando posiciones, esta situación supone hacer oficial el desbloqueo de la ponencia, que se encontraba en una situación de colapso por el pulso entre la izquierda abertzale y los socialistas sobre el reconocimiento de la injusticia del daño causado por ETA. El consenso entre los dos grupos, el primero que se produce en esta legislatura en la ponencia, permite deducir que las labores no quedarán en agua de borrajas meses después de haber escuchado los testimonios de las víctimas y los expertos. Cuentan con una mayoría parlamentaria de 39 escaños sobre un total de 75, lo que aseguraría la aprobación de una proposición no de ley si se sometiera a votación. Es la primera vez que los grupos entran en las conclusiones y abordan los papeles.

En la reunión de ayer no se sometió a votación el documento de síntesis de la presidenta de la ponencia, la jeltzale Ana Oregi. Los grupos van a seguir trabajando, y una de las posibilidades es retomar la tarea en dos meses, después de las elecciones generales de abril, y de las municipales, forales y europeas de mayo, aunque la decisión no es firme. Fuentes de Elkarrekin Podemos, representados en este grupo de trabajo por Pili Zabala, aseguran que su posición no es la del PNV, pero hay un consenso básico, y la idea es que se sumen más partidos. Los ánimos siguen caldeados en el grupo socialista, que se ha negado a participar en las votaciones y se enroca en su documento alternativo aun a riesgo de profundizar en su aislamiento. No va a entrar a discutir ningún otro, ni a negociar párrafo por párrafo, con el argumento de que la izquierda abertzale no admite la injusticia del daño y no hay que maquillar el lenguaje para hacer posible que se incorpore. No quiere forjar un acuerdo menor que el suelo ético de 2012 y el único texto que desea someter a votación es el suyo. Su posición no se ha movido, aunque sigue aclarando que no va a abandonar este foro. La ponencia, no obstante, está avanzando a pesar de la discrepancia entre los socios de gobierno, PNV y PSE, que han puntualizado que no afecta a la acción del ejecutivo.

También es complicado el acuerdo con EH Bildu, aunque su posición tiene otros matices y evita presentarse públicamente como un escollo para el acuerdo. Fuentes de la coalición abertzale matizan que su aportación no es una enmienda a la totalidad y es “compatible” con la síntesis de Oregi. Piden “voluntad política” para incorporar sus aportaciones. De lo contrario, la coalición votaría por puntos, apoyando o absteniéndose en unos, y rechazando otros. El PP, por su parte, no participa en la ponencia.

elecciones El acercamiento entre PNV y Elkarrekin Podemos puede añadir presión a los socialistas y la izquierda abertzale. Solo el documento del PSE es público, y la discreción sobre el resto de los textos contribuye a que los socialistas no se vean obligados a justificar su rechazo o pronunciarse sobre qué puntos comparten y cuáles no. Fuentes del grupo no quisieron hacer valoraciones y aseguraron que no conocen exactamente qué términos se están cerrando con Elkarrekin Podemos porque, además, el debate de ayer se produjo en buena medida de viva voz, según argumentan. Por el momento, los socialistas no dan la sensación de sentirse demasiado presionados y mantienen su apuesta.

No parece muy probable que el consenso se amplíe en puertas del ciclo electoral. Parar hasta las elecciones no tendría demasiada incidencia en el ritmo de los trabajos porque el parlamento ya suspende las sesiones por tradición durante la campaña. En esta legislatura, los partidos llevan desde mayo de 2017 trabajando en la ponencia, escuchando testimonios y, ahora, tratando de alumbrar un documento sobre víctimas, memoria, política penitenciaria y convivencia. Los socialistas se agarran al consenso de 2012 y rechazan uno menor que agrupe solo al PNV y Elkarrekin Podemos. Creen que no hay por qué alumbrar un documento si va a tener un consenso menor, sino que es posible canalizar avances a través de las comisiones o los plenos con iniciativas sobre víctimas o política penitenciaria.