BILBAO - El BOE ha publicado esta semana la fecha de constitución de las Cortes Generales tras las elecciones generales del 28 de abril, de modo que será el próximo 21 de mayo cuando ambas cámaras legislativas deberán elegir a sus respectivos presidentes y Mesas que tendrán que gobernar ambas cámaras.

La fecha carecería de relieve si no fuera porque cinco días después, el 26 de mayo, volverán a colocarse las urnas en los colegios electorales para elegir a los alcaldes, a los diputados generales en Bizkaia, Araba y Gipuzkoa, a los presidentes autonómicos (en todas las comunidades salvo en Euskadi, Galicia, Catalunya, Valencia y Andalucía), así como a los eurodiputados. Y lo que ocurra cinco días antes en el Congreso y el Senado puede tener influjo en el sentido del voto de parte de la ciudadanía en los comicios de mayo. Los plenos de constitución de las dos cámaras coinciden de lleno con la campaña electoral de las municipales que arrancará el 12 de mayo y concluirá el 24.

Al trasluz de la mayoría de las encuestas, el PSOE ganará las elecciones generales y será la primera fuerza parlamentaria pero necesitará de otro u otros partidos para volver al Gobierno español. Los sondeos también dejan margen para que los partidos que han sumado fuerzas en Andalucía -PP, Ciudadanos y Vox- puedan conformar una mayoría alternativa. La última palabra la tendrán los votantes el 26-M y el sistema D’Hont que rige el cálculo electoral proporcional de reparto de escaños.

La ausencia de mayorías absolutas obligará a los partidos a buscar alianzas para elegir a los presidentes y las Mesas de Congreso y Senado y dibujarán las mayorías que controlarán ambas cámaras durante la legislatura. Estos primeros pactos pueden ser determinantes a la hora de decantar el voto de una bolsa de ciudadanos indecisos o críticos con dichos acuerdos, o en su caso ratificar el sentido de voto de otros electores.

No es esta la única distorsión que acarreará la concatenación de dos elecciones en menos de un mes. Además del barullo que provoca al ciudadano una doble cita electoral, la formación del Gobierno también se verá retrasada y atravesada por los comicios municipales y territoriales. De modo que, previsiblemente, la formación del nuevo Gobierno se retrasará al menos hasta que quede despejada la batalla electoral por las alcaldías, las diputaciones y los gobiernos autonómicos. Ya será verano.