UNA de las tres urnas que los ciudadanos encontrarán en su colegio electoral el 26 de mayo será para elegir a las Juntas Generales de su territorio (Bizkaia, Araba o Gipuzkoa, según sea el caso), del que emanará el próximo diputado general de su territorio. Los tres actuales -Unai Rementeria, Ramiro González y Markel Olano- aspiran a reeditar en el cargo y encabezarán las candidaturas del PNV con la idea de dar continuidad a la gestión y a los proyectos impulsados hace casi cuatro años, así como preparar el territorio para los desafíos de las generaciones venideras.

El empleo y la generación de actividad económica ha sido, junto con la extensión de la protección social, la tarea principal a la que se ha entregado la Diputación Foral de Bizkaia. La gestión de Unai Rementeria en esta materia ha estado dominada por el apoyo a pymes y autónomos, los proyectos de internacionalización e innovación o el impulso de lanzaderas de empleo para todas las comarcas de Bizkaia. Todo ello se ha traducido en la reducción de 30.000 desempleados en los últimos cuatro años.

En materia social, cuatro de cada diez euros del presupuesto los ha destinado a inversión para ayudas. Además ha promovido una nueva política de residencias, en la que los mayores eligen el centro al que quieren ir, e impulsado un plan de atención temprana para niños de hasta 6 años.

Las comunicaciones y el transporte público han tenido un gran peso en la agenda de la Diputación vizcaina. Ejemplo de ello son la puesta en marcha de la Línea 3 del metro, los túneles de Autzagane, la autovía Gerediaga-Elorrio, la variante de Ermua, la tarifa plana para los usuarios vizcainos de las vías de peaje de Bizkaia y Gipuzkoa, así como las inversiones para que Bizkaibus funcione o que el metro ofrezca un mejor servicio.

Una de las novedades de la legislatura ha sido la apuesta por acoger eventos internacionales como las finales de rugby, los Óscar de la Gastronomía, los premios MTV o la etapa de la Vuelta a España con final en Oiz. Estos actos han proyectado Bizkaia al mundo, mejorando su posición internacional, al tiempo que han acercado a los vizcainos a acontecimientos antes solo vistos por televisión.

En Araba, la legislatura que arrancó el 30 de junio de 2015 con la investidura del jeltzale Ramiro González como diputado general se enfrentaba al reto de consolidar la recuperación económica, un objetivo alcanzado en la medida en que el paro ha pasado del 14,1% al cierre de 2015 al 7,3% actual. Otro signo de la recuperación ha sido el incremento de la recaudación, que ha pasado de los 1.993,1 millones de hace cuatro años a los 2.404 millones de euros de 2018, un 4,4% más que en el ejercicio anterior.

Al margen de la progresión económica del territorio, en las Juntas Generales y en la Diputación alavesa han sido varios las cuestiones de calado sobre las que ha pivotado la legislatura. La dinamización del aeropuerto de Foronda ha sido una de las más destacadas con la llegada de RyanAir, que ha reactivado el tráfico de pasajeros en el aeropuerto gasteiztarra.

También en lo relativo a las infraestructuras, desde las Juntas Generales y la Diputación se ha buscado dar un impulso a la plataforma logística Arasur, y en materia de carreteras actualmente están en marcha las obras para el desdoblamiento de uno de los puntos negros del territorio, la N-124. Además, se ha convocado una gran OPE y se ha abordado el problema del envejecimiento de la población con medidas como la construcción de la residencia de Lakua, que se quiere abrir este mismo año 2019. Ésta ha sido además la legislatura del cierre de Garoña por el que han peleado durante años las Juntas y la Diputación, que por otro lado ha abierto una oficina para recabar testimonios de víctimas el franquismo y cerró en 2017 un acuerdo de colaboración con la provincia de Burgos para mejorar la calidad de vida de los habitantes de Trebiño.

gipuzkoa La legislatura que concluye en mayo habrá servido en Gipuzkoa para dar respuesta “a los problemas pendientes”, tal y como aseguran los responsables del Ejecutivo foral. Se refieren a los retos principales que el Gobierno abordó desde 2015: la respuesta a la crisis económica, la gestión de los residuos y la culminación de la denominada ‘rotonda’ de Gipuzkoa, que acerca una vía de alta capacidad a un máximo de 15 minutos de cualquier municipio.

Cuando tras cuatro años de gobierno de Bildu Markel Olano regresó al Palacio Foral, había 44.000 personas desempleadas en Gipuzkoa, cifra que en diciembre de 2018 se situaba en 27.500. Este dato sitúa a Gipuzkoa con una tasa de desempleo del 8,1%. Junto a la promoción económica, que el año pasado llevó la recaudación fiscal a la cifra récord de 4.837 millones, el Ejecutivo ha puesto la vista en lo venidero. Canalizadas las cuestiones anteriores, la segunda mitad de la legislatura ha servido para “abordar el futuro del territorio”, como dijo recientemente el diputado general, Markel Olano, a este diario.

El programa Etorkizuna Eraikiz, que se basa en la colaboración público-privada, ha sido el centro de atención en los últimos meses con la presentación y, en algunos casos, puesta en marcha de diversos polos estratégicos, entre los que se encuentran el de la ciberseguridad, el de la electromovilidad o Adinberri, que trata de dar respuesta al envejecimiento de la población. Retos todos ellos que estarán presentes en la legislatura que arranca en junio.