El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, exigió ayer a Rusia evitar una escalada y reducir tensiones en y alrededor de Ucrania, dada la “gran y poco común concentración de fuerzas” por parte de Moscú junto a la frontera de la antigua república soviética. “Pedimos a Rusia que sea transparente con sus actividades militares, que reduzca las tensiones y que evite cualquier escalada”, declaró Stoltenberg en una rueda de prensa junto al ministro ucraniano de Exteriores, Dmitro Kuleba, con quien se reunió ayer en Bruselas.

El político noruego subrayó que en las ultimas semanas se ha visto “una gran y poco común concentración de fuerzas rusas cerca de las fronteras de Ucrania” y añadió que es una situación similar a la concentración militar de Moscú en Crimea y la región del Mar Negro a principios de este año. “Sabemos que Rusia ha demostrado tanto la voluntad como la capacidad de usar la fuerza militar contra Ucrania antes. Vimos eso cuando se anexionaron de forma ilegal Crimea y lo hemos visto durante muchos años en el modo en que dan apoyo a los separatistas en Donbás”, expuso.

Stoltenberg señaló que la Alianza permanece “vigilante”, monitoriza la situación “muy de cerca” y mantiene consultas entre los aliados, así como con Ucrania y la Unión Europea. “Cualquier otra provocación o acciones agresivas de Rusia sería motivo de grave preocupación”, advirtió, al tiempo que recalcó que el apoyo de la OTAN a Ucrania “no es una amenaza para Rusia” y agregó que los ejercicios de la Alianza en la región del Mar Negro son “defensivos y transparentes”. El ex primer ministro noruego también dijo que espera “dar la bienvenida” a Kuleba en la reunión de ministros de Exteriores de la OTAN que se celebrará en Riga entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre.

Más que maniobras

Por su parte, el ministro ucraniano aseguró que lo que Rusia hace en la frontera con su país “no es simplemente un aumento de fuerzas militares”, ya que, según dijo, las desplegadas en primavera “realmente nunca las retiró”. “Lo que vemos ahora es una situación que se deteriora en la que Rusia está demostrando que puede activar con rapidez las tropas y equipamientos ya acumulados y que cualquier opción, incluida la militar, está sobre la mesa para el liderazgo ruso”, aseveró.

Kuleba apuntó que Moscú “sigue alimentando el conflicto en el este de Ucrania suministrando armas y tropas, financiando la administración de la ocupación, emitiendo pasaportes rusos a los locales”.

“Las maniobras militares de Rusia, la crisis energética en Europa, el uso de migrantes como armas en las fronteras de Polonia y Lituania con Bielorrusia y la masiva desinformación se tienen que ver como un complejo de eventos, porque todos son elementos de la guerra híbrida de Rusia en la comunidad europea y euroatlántica”, recalcó.