¿Cómo ha golpeado la pandemia a la economía venezolana?

—La pandemia ha profundizado, agudizado, exacerbado los terribles desequilibrios económicos y sociales que vive Venezuela, pero Venezuela comenzó a andar muy mal hace mucho tiempo. De hecho, 2020 fue su séptimo año consecutivo de recesión y en hiperinflación. La crisis comenzó en 2014, mucho antes del covid y mucho antes de las sanciones norteamericanas y europeas, y ya van siete años de recesión en los que se ha perdido el 75% del PIB. Además, desde hace cuatro años, vivimos hiperinflación, con inflaciones interanuales de tres, cuatro, seis mil por ciento. La revolución bolivariana ha generado un milagro, ha convertido el país más rico de América Latina en el país más pobre. Este año es el octavo año de recesión por el mal manejo macroeconómico, por la pandemia, por las sanciones, etc. El PIB por habitante va a ser más bajo que el de Haití y Honduras, algo impensable hace 22 años atrás.

La producción petrolera ha comenzado a subir ligeramente. ¿A qué se debe y qué previsiones hay al respecto?

—Ha subido ligeramente. Cuando Hugo Chávez ganó las elecciones en 1998, Venezuela estaba produciendo 3,2 millones de barriles. La industria petrolera nunca explotó al máximo sus reservas, pero a lo largo de los últimos 21 años ha perdido el 80-85% de su capacidad de producción y ahora está sobre 500.000 barriles. Ha habido, y es normal, un incremento de 20.000-40.000 barriles en los últimos meses, pero son pequeños movimientos que no cambian radicalmente la situación del sector petrolero. El tema es que el país con las principales reservas del mundo produce hoy el 15% del petróleo que producía en el año 1998. A lo largo de estos años, la revolución destruyó el corazón de la economía venezolana que es el petróleo. El colapso del petróleo ha sido el colapso de la economía venezolana y eso te lleva a una cantidad de variables sociales como el éxodo de población más grande que ha vivido América Latina en su historia contemporánea. Venezuela ha perdido entre cinco y seis millones de personas en los últimos 21 años.

En el contexto actual, ¿las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea son beneficiosas o contraproducentes?

—Hay razones para sancionar a un grupo de élite que está metido en narcotráfico, corrupción, que es el culpable de muertes de muchos jóvenes en 2017, pero la lógica que esperan algunos venezolanos es que las sanciones por sí solas generen una transición política en Venezuela y eso no está pasando ni va a pasar. El 85-90% de los venezolanos quiere elecciones, pero tienen que ser unas elecciones limpias y competitivas y para eso se necesita un Consejo Nacional Electoral autónomo, independiente. Tiene que haber transparencia en el proceso, tiene que haber observadores internacionales. La crisis económica ha generado el empobrecimiento generalizado de los venezolanos, el 96% de la población vive en la pobreza y solo un 4% tiene ingresos suficientes para comprar medicinas y alimentos y tener una vida digna. La crisis económica ha generado el salario mínimo promedio más bajo de América Latina. Con el tipo de cambio de hoy, el salario mínimo mensual es 0,56 dólares. Es decir, una parte de la población, pequeña, pero una parte, tiene que sobrevivir con dos centavos de dólar al día.

La última figura de la oposición que intentó arrebatar el poder al chavismo fue Juan Guaidó, pero como ocurrió en el pasado con otros líderes, su figura se ha ido apagando. ¿Qué ha pasado?

—El gobierno se ha mantenido en el poder también por los errores de la oposición, hay cuatro o cinco líderes en la oposición con cuatro o cinco estrategias diferentes. Mientras que la oposición no logre unificar su estrategia, no logre tener un solo líder que dirija esa estrategia, no vamos a poder generar el cambio político. La oposición tiene que reflexionar y sentarse en una mesa para ponerse de acuerdo sobre quién va a ser la cabeza de la oposición, que es la mayoría del país, y cuál va a ser la estrategia unitaria de la oposición. Eso es algo que no han podido lograr.

Intentos ya ha habido, sin embargo, estos no han funcionado. ¿Por qué?

—Hay muchas razones, problemas de egos, problemas de no entender procesos, hay falta de estrategia, de inteligencia política... Nicolás Maduro se mantiene en el poder por el problema de acción colectiva que vive la oposición, pero después hay otros tres factores clave: control total del mundo militar, control de los medios de comunicación y control de un aparato clientelar.

El martes dio una charla en la Fundación Sabino Arana bajo el título: 'La economía venezolana: del colapso a su reconstrucción'. ¿Por dónde pasa la reconstrucción?

—Lo primero pasa por una transición política, sin cambio político no hay cambio económico. Después, hay tres etapas clave. Los primeros 90-100 días de ese gobierno se tiene que poner en marcha un programa de subsidios directos focalizados para el 50-60% más humilde de la población. La etapa dos sería un plan de estabilización, tienes que llevar a cabo una política fiscal, monetaria y cambiaría que logre recuperar crecimiento, que logre controlar la inflación y que genere pleno abastecimiento de bienes y servicios a la economía. La tercera etapa sería un programa de cambio estructural y cambio institucional. ¿Y eso qué implica? Encender tres, cuatro, cinco motores alternativos al petróleo para lograr romper con la maldición de los recursos naturales y diversificar la economía venezolana.

"El colapso del petróleo ha sido el colapso de la economía venezolana y eso te lleva a variables sociales"

"Lo primero pasa por una transición política, sin cambio político no hay cambio económico"

"Mientras que la oposición no logre unificar su estrategia, no vamos a poder generar el cambio político"