El presidente estadounidense, Joe Biden, celebró ayer la aprobación del paquete de estímulo fiscal de 1,9 billones de dólares (1,6 billones de euros) para contener la crisis provocada por la pandemia de la covid, que supone su primera victoria legislativa y que describió como "histórico".

La Cámara de Representantes aprobó el plan de Biden por 220 votos a favor y 211 en contra, con el apoyo casi unánime de los demócratas (un representante de Maine votó en contra) y el rechazo sin fisuras de los republicanos. "Es la ley más transformativa que he visto en mis 30 años en el Congreso, tan relevante el Obamacare, que dio cobertura sanitaria a 20 millones de personas más", defendió la presidenta de la Cámara de Representantes del Congreso, Nancy Pelosi, que urgió sin éxito a la oposición a que apoyara el plan.

Minutos después de que la Cámara de Representantes de Estados Unidos diera su visto bueno al rescate, Biden reaccionó en un comunicado a la aprobación del proyecto, que se convertirá en ley cuando lo firme en la Casa Blanca mañana.

"Durante semanas, un porcentaje abrumador de estadounidenses -demócratas, independientes y republicanos- han dejado claro que apoyan el Plan de Rescate Estadounidense. Hoy, con su aprobación definitiva en la Cámara Baja, sus voces se han escuchado", afirmó.

El mandatario describió el paquete como "una legislación histórica, que hace frente a una crisis mayúscula y ayuda a millones de estadounidenses". "Esta ley trata de dar una oportunidad a quienes constituyen la columna vertebral de esta nación y aquellos que permiten que siga adelante", recalcó.

Agregó que la ley permitirá obtener "los recursos que se necesitan para vacunar", además de "reducir a la mitad la pobreza infantil" y ayudar a que los pequeños negocios sigan abiertos y "la gente mantenga un techo sobre sus cabezas".

El proyecto incluye el envío de nuevos cheques únicos de 1.400 dólares (1.100 euros) a los contribuyentes que tengan ingresos de hasta 75.000 dólares anuales (62.000 euros) por persona, además de ampliar hasta comienzos de septiembre las ayudas al desempleo, de 300 dólares semanales (250 euros), que caducaban el 14 de marzo.

Además, el paquete asigna 350.000 millones de dólares (293.000 millones de euros) a Gobiernos locales y estatales, 14.000 millones de dólares (11.7 millones de euros) para fortalecer el plan de vacunación y otros 46.000 millones de dólares (38.5 millones de euros) para la detección de la covid.

La Casa Blanca tiene previsto dedicar recursos notables a promocionar el plan, mediante viajes de Biden por el país, entre otras cosas, y se espera que nombre a una persona dedicada de implementar la legislación, una de las más ambiciosas contra la pobreza de la historia de EE.UU.