El alarmante repunte de contagios por la covid-19 en Estados Unidos ha forzado a varios estados a dar marcha atrás en su proceso de reapertura ante la presión sobre el sistema sanitario y, por primera vez, el presidente Donald Trump se ha mostrado dispuesto a llevar una máscara.

Estados Unidos registró este jueves 1.011 fallecidos y un récord de 61.790 contagios por la covid-19, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.

En 15 de los 50 estados del país el virus se encuentra en "expansión acelerada", y en otros cinco la situación es de alarma: Arizona, Florida, Luisiana, Carolina del Sur y Georgia, según las autoridades sanitarias.

MARCHA ATRÁS EN LA REAPERTURA

"Más que dar marcha atrás hacia una reclusión completa, creo que necesitaríamos más bien lograr que los estados pongan en pausa su proceso de apertura", afirmó este jueves el doctor Anthony Fauci, epidemiólogo de la Casa Blanca.

Texas, California y Arizona volvieron hace una semana a decretar el cierre de restaurantes y bares ante el creciente número de contagios, y Nevada ha tomado hoy la misma decisión ante el alarmante repunte en casos confirmados.

La fuerte polarización política que vive EE.UU. ha afectado la capacidad de respuesta sanitaria, puesto que el Gobierno federal ha delegado en los estados las medidas de control.

El propio presidente Trump ha añadido confusión al mantener su escepticismo ante los sanitarios y poner en duda las recomendaciones más estrictas de Fauci y otros expertos.

"El doctor Fauci es un buen hombre, pero ha cometido muchos errores, por ejemplo, no tienes que prohibir la llegada desde la muy infectada China. Lo hice de todas formas, y hemos salvado cientos de miles de vidas", dijo el mandatario en una entrevista con la cadena Fox sobre su decisión de restringir la llegada de viajeros desde el gigante asiático.

POR PRIMERA VEZ, TRUMP CON MÁSCARA

No obstante, y en una rectificación poco habitual en él, Trump anunció por primera vez su intención de llevar mascarilla en su visita a un hospital militar Walter Reed, a las afueras de Washington, este fin de semana. Hasta ahora, se había negado a ello y había cuestionado su eficacia.

"Creo que está bien llevar mascarilla si he hace sentir cómodo. Voy a ir al Walter Reed a ver a algunos de nuestros grandes soldados que han sido heridos. Algunos gravemente heridos. Y también a algunos de nuestros trabajadores del covid, gente que ha hecho un gran trabajo", explicó en la misma entrevista. "Y espero llevar una máscara cuando vaya -agregó- Estás en un hospital así que es una cuestión apropiada".

El balance provisional de fallecidos -133.106- ha superado ya la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.

CONVENCIÓN REPUBLICANA EN FLORIDA EN EL AIRE

Trump ha insistido en numerosas ocasiones en que la economía no debería paralizarse de nuevo por la pandemia, e incluso si los casos crecen. Su opinión ha sido respaldada por gran parte de los gobernadores republicanos, como es el caso de Texas o Florida.

"Cerrar todos los negocios por completo, y volver al modo reclusión, eso realmente forzaría a los texanos a la pobreza", subrayó esta semana Greg Abbott, gobernador de Texas.

Precisamente en Jacksonville (Florida), uno de los estados más golpeados por el rebrote del virus, es donde se prevé celebrar entre el 24 y 27 de agosto la convención republicana en la que Trump asumirá formalmente la candidatura de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.

Varios senadores de alto rango han anunciado que no asistirán ante los riesgos derivados, sin embargo, y el líder republicano en la cámara alta, Mitch McConnell, ha advertido sobre la viabilidad del evento en las actuales circunstancias.

"Deberemos esperar y ver cómo se ven las cosas a finales de agosto para determinar si podemos o no reunirse con seguridad a tanta gente", apuntó McConnell en declaraciones recogidas por la prensa local de Kentucky, estado al que representa.

Los demócratas ya han anunciado que su convención, prevista para mediados de agosto en Milwaukee (Wisconsin) y en la que se prevé escoger al exvicepresidente Joe Biden como aspirante a la Casa Blanca, se celebrará en formato virtual.