La líder de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, abandonó el lunes la cárcel de Lima en la que se encontraba, después de que la Justicia revocase la pena de prisión preventiva que cumplía desde enero por supuestamente haber recibido sobornos de la constructora brasileña Odebrecht. A su salida de prisión, ha vuelto a insistir en esta “insostenible” situación que se vive en los centros penitenciarios. Le han concedido la libertad bajo fianza para salvaguardar la salud de los presos ante el avance de la pandemia del nuevo coronavirus.