Caracas - La oposición venezolana realizó ayer miércoles su segundo intento por recuperar el Palacio Legislativo como sede parlamentaria, un intento que chocó contra el muro organizado por el chavismo que desplegó por el centro de Caracas a sus "colectivos", civiles armados que actuaron como paramilitares y atacaron a los diputados.

Ya en previsión de que la violencia pudiera adueñarse de la jornada, los diputados se concentraron en la sede del partido Acción Democrática (AD), uno de los partidos tradicionales de Venezuela históricamente asociado a la socialdemocracia, desde primera hora de la mañana para acudir todos juntos a la sede de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), de notable mayoría contraria al Gobierno.

Mientras ellos se reunían, alrededor del Palacio Legislativo se apostaron un alto número de agentes con equipo de antidisturbios, tanto de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), como de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, Policía militarizada).

Sin embargo, las escenas que encendieron las alarmas en la sede de AD fueron las fotos que pronto inundaron las redes sociales de cientos de personas en motos que recorrían el centro de la capital venezolana.

paramilitares Son los denominados "colectivos", grupos de civiles frecuentemente armados que actúan con violencia -en ocasiones extrema- contra políticos de oposición y periodistas y que aseguran actuar en defensa de la revolución bolivariana. Para la oposición y activistas de los derechos humanos son apenas "paramilitares", como ayer volvieron a denunciar.

Por eso, Guaidó decidió enviar una comitiva de parlamentarios en vehículos blindados para comprobar la situación sobre el terreno y tomar una decisión. Rodeados por un nutrido grupo de periodistas en moto, la caravana fue atacada nada más acceder al centro de Caracas donde les esperaban los colectivos.

El ataque, plasmado en fotografías y fotos, llegó al extremo de ver a los civiles armados empuñando armas, disparando contra las camionetas, agrediendo a equipos periodísticos y golpeando las camionetas con barras metálicas. Los diputados decidieron retirarse ante la imposibilidad de llegar hasta la sede del Parlamento.

"una emboscada" Guaidó, a quien casi 60 países reconocen como presidente interino de Venezuela y al que la mayoría de la oposición reconoce como presidente de la AN, no dudó en calificar la jornada como "una emboscada" preparada por el chavismo contra la oposición que todavía hoy sigue teniendo una absoluta mayoría parlamentaria. De hecho, el líder opositor había optado por organizar la sesión ayer miércoles en lugar del martes, día de pleno parlamentario, para evitar choques puesto que el presidente Nicolás Maduro optó por acudir el martes al Palacio Legislativo a dar su discurso anual ante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).

Ese organismo está compuesto solo por oficialistas, que hasta el momento no ha publicado ningún avance a la hora de elaborar una carta magna pero que ha asumido de facto las labores de la AN.

Además, centenares de manifestantes habían acudido al llamamiento del presidente de la ANC y número dos del chavismo, Diosdado Cabello, de reunirse alrededor del Palacio Legislativo, un clima al rojo vivo que Guaidó prefirió evitar.

sesión por sorpresa Sin embargo y tras terminar ayer Maduro su discurso, Cabello convocó por sorpresa para ayer miércoles a la ANC, que reúne a sus miembros en el mismo Palacio Legislativo, razón por la cual el choque entre oficialismo y oposición parecía garantizado, si bien era difícil imaginar la irrupción de los "colectivos". "(En el gobierno) están usando paramilitarmente grupos civiles armados por la dictadura para atentar violentamente contra el Palacio Federal Legislativo", dijo Guaidó al constatar que no podría presidir la sesión en su recinto habitual. Por eso concluyó: "Quedó develada la dictadura (...) Ellos quieren seguir exponiéndose de manera brutal como lo que son, unos dictadores". Guaidó optó por convocar la sesión fuera del Palacio Legislativo. El pasado 5 de enero ya recurrió a ese sistema para organizar una sesión en la sede del diario El Nacional en la que fue reelegido como presidente de la AN por 100 diputados, mientras en el Palacio Legislativo, con una votación poco clara y el apoyo chavista, fue escogido Luis Parra, expulsado poco antes del partido opositor Primero Justicia.