Bruselas - Margrethe Vestager, comisaria de Competencia, anunció ayer miércoles que impondrá medidas preventivas contra Broadcom, proveedor de circuitos integrados, tras lograr “fuertes indicios” de prácticas monopolísticas por parte de la compañía estadounidense. El Ejecutivo comunitario va esta vez un paso más allá y se adelanta a los resultados de la investigación en un nuevo episodio de su batalla contra los abusos en contra de la competencia.

“Es probablemente la persona que más odia a Estados Unidos”, dijo hace unos meses Donald Trump sobre Margrethe Vestager. Nada hace indicar que la opinión del presidente norteamericano vaya a cambiar. Porque la comisaria de Competencia europea ha dado un paso más en su lucha contra los abusos de las grandes empresas en los mercados, una particular cruzada que ha encontrado un especial filón en las compañías tecnológicas estadounidenses. Vestager es la artífice de la mayor multa impuesta en la historia de la Comisión, 13.000 millones de euros contra Apple, la compañía que creó el iPhone, por disfrutar de un régimen fiscal ventajoso en Irlanda durante años. Sin embargo, en esta ocasión, la comisaria danesa no ha esperado a la conclusión de la investigación y ha impuesto medidas cautelares contra Broadcom, otra empresa estadounidense que es el principal proveedor mundial de circuitos integrados de chips para decodificadores de televisión y módems. “Tenemos fuertes indicios de que Broadcom está desarrollando prácticas anticompetencia (?) el comportamiento de Broadcom es susceptible, en ausencia de intervención, de crear un daño serio e irreversible para la competencia”, explicó Vestager antes de introducir las medidas a aplicar contra la compañía con sede en California.

obligación de compra El gigante tecnológico tendrá que cesar, en un plazo máximo de 30 días, de aplicar cláusulas de “obligación de compra exclusiva o cuasi-exclusiva” como las que emplea con algunos de sus clientes así como ofrecer “ventajas comerciales” a estos clientes exclusivos.

La principal preocupación de la Comisión es que si estas prácticas continuasen podrían afectar a un número de licitaciones futuras, como la introducción de los estándares WiFi 6 para módems o decodificadores de televisión. “No podemos dejar que esto suceda, o cualquier cliente y consumidor europeo podrían enfrentar precios más altos y menos opciones e innovación. Así pues ordenamos a Broadcom a cesar inmediatamente esta conducta”, añadió Vestager.

Es la primera vez, en casi veinte años, que la Comisión activa medidas preventivas, ya que la investigación continúa, en un caso de abusos monopolísticos. Un hecho muy a tener cuenta porque puede sentar un importante precedente.