Dublín - El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, informó ayer de que hablaría con su colega británico, Boris Johnson, para analizar su propuesta de salida de la Unión Europea (UE), aunque se mostró pesimista sobre su validez.

Varadkar indicó que no había tenido aún la oportunidad de estudiar con detalle el contenido del documento remitido por Londres ayer miércoles a Bruselas, si bien adelantó que, por lo que ha visto, “no es prometedor”. El líder democristiano irlandés señaló que valorará toda la propuesta una vez que la haya leído y haya hablado con Jonhson, con la Comisión Europea y “nuestros socios” comunitarios.

“Lo que puedo decir, por las filtraciones, es que no es prometedor y parece que no sienta las bases para lograr un acuerdo, pero seguiremos hablando”, dijo Varadkar en referencia a la oferta de su colega británico, con la que prevé suprimir la controvertida salvaguarda fronteriza. Hasta la fecha, el Gobierno irlandés se ha mostrado inflexible respecto a la posibilidad de renegociar la salvaguarda, incluida en el acuerdo que la predecesora de Johnson, Theresa May, firmó con Bruselas el pasado diciembre, pero que fue rechazado por Westminster.

Dublín sostiene que esa cláusula (backstop) es una garantía legal para evitar el restablecimiento de una frontera dura entre las dos Irlandas tras el Brexit, clave para sus economías y el proceso de paz.

El plan de salida de May fue derribado por el ala más euroescéptica de los conservadores y por el Partido Democrático Unionista (DUP), cuyos diez diputados en Londres permiten al Ejecutivo británico gobernar en minoría. Los unionistas han dado ahora luz verde a la oferta de Johnson y confían en que se elimine la salvaguarda, un mecanismo que, según ellos, pone en peligro la integridad territorial y económica de Irlanda del Norte.

El DUP, mayoritario entre la comunidad protestante norirlandesa, no cuenta con el apoyo de un bloque de partidos norirlandeses que se oponen al Brexit y defienden el backstop, con el nacionalista Sinn Féin a la cabeza, el principal representante de la comunidad católica norirlandesa.

En este sentido, Varadkar instó ayer a Johnson a que “no dé un trato de favor” al DUP y actúe con “imparcialidad” para “escuchar a todas las formaciones de ese territorio irlandés bajo soberanía británica, donde, recordó, la mayoría del electorado votó en contra de este divorcio en el referéndum de 2016.

Por su parte, el Partido Laborista británico consideró ayer que la oferta sobre el Brexit de Boris Johnson, a la Unión Europea no es “creíble ni viable”. “Se trata de un intento cínico para forzar un Brexit sin acuerdo”, afirmó en un comunicado John McDonnell, el portavoz de Economía laborista.

“Cualquier primer ministro responsable habría pasado los últimos tres meses tratando de construir un consenso en el Parlamento y en la Unión Europea para tratar de romper el bloqueo”, indicó McDonnell. En su opinión, “Johnson no tiene ni la intención ni la capacidad de negociar un acuerdo”. El Gobierno británico remitió ayer a la Unión Europea una propuesta de pacto de la que todavía no se han hecho oficiales todos los detalles. - Efe