Londres - El Gobierno del Reino Unido anunció ayer el envío de un segundo buque de guerra al golfo Pérsico para reforzar su presencia en la región, después de que embarcaciones iraníes tratasen de impedir ayer el paso de un petrolero británico por el estrecho de Ormuz.

El destructor Duncan, actualmente en aguas del Bósforo (Turquía), se desplazará al golfo Pérsico para operar junto con el Montrose, que impidió el jueves que barcos iraníes interceptaran al buque comercial británico.

El Montrose tiene previsto retirarse de la región próximamente por labores de mantenimiento, pero las tensiones con Irán han adelantado el envío de su relevo y ambos navíos se mantendrán en la zona durante un corto periodo de tiempo, según han revelado medios británicos. “Esto asegurará que el Reino Unido, junto con sus aliados internacionales, es capaz de continuar asegurando la libertad de navegación para los barcos que atraviesan esta ruta comercial vital”, señaló un portavoz del Ejecutivo británico.

El ministro británico de Exteriores, Jeremy Hunt, subrayó por su parte que el Reino Unido tiene la “responsabilidad de proteger a los barcos” del Reino Unido. “Debemos reaccionar de manera acorde a las amenazas que afrontamos”, señaló Hunt, uno de los dos candidatos conservadores junto con su antecesor, Boris Johnson, para hacerse con el liderazgo del Partido Conservador y la jefatura de Gobierno británico a finales de este mes. En una entrevista con la cadena BBC Radio 4, el ministro de Exteriores recalcó asimismo que su objetivo es tratar de “suavizar la situación” de tensión en el golfo Pérsico. “Queremos hacer todo lo posible para asegurarnos de que no se produce una escalada sin intención, lo que podría ser muy peligroso para el mundo”, dijo Hunt.

También en Gibraltar

Efectivos de la Marina Real británica interceptaron la pasada semana un petrolero iraní en Gibraltar, ante la sospecha de que transportaba crudo a una refinería de Siria. La policía gibraltareña arrestó el jueves al capitán y el primer oficial de ese buque, tras llevar a cabo un “exhaustivo” registro de la embarcación, en el que se intervinieron y analizaron documentos y dispositivos electrónicos. Ayer, la policía gibraltaraña detuvo a otras dos personas de la tripulación, dos segundos oficiales del superpetrolero con bandera de Panamá, que permanecen bajo la custodia en la comisaría de New Mole House para asistir en la investigación policíal. Entretanto, la policía sigue con las investigaciones sobre el caso y el Grace 1 continúa retenido.

Gibraltar ha asegurado que tenía pruebas de que el Grace1 estaba “cargado de crudo hasta el límite de su capacidad”. Por su parte, Teherán urgió ayer al Reino Unido a que libere lo antes posible al petrolero y esgrimió que los argumentos del gobierno británico para mantener retenida a la embarcación son “irrelevantes desde el punto de vista legal”.