La Haya - Los votantes holandeses, que estrenaron ayer un largo fin de semana de comicios al Parlamento Europeo, han apostado -según los sondeos a pie de urna, ya que los resultados oficiales no se conocerán hasta la noche del próximo domingo- por los partidos tradicionales, volviendo a votar por el socialdemócrata PvdA, para promover reformas en Bruselas sin abandonar la Unión Europea, frenando así a la ultraderecha.

El partido laborista PvdA, al que pertenece el vicepresidente de la Comisión Europea (CE) y candidato socialista a su presidencia, Franz Timmermans, obtendría cinco escaños de los 26 que tiene Holanda en el Parlamento Europeo, dos más de los que este partido tenía hasta ahora.

Si estos datos se confirman el domingo, detrás estarían los liberales (VVD) del actual primer ministro holandés, Mark Rutte, que enviarían un eurodiputado más a Bruselas, alcanzando cuatro escaños, y Llamada Democristiana (CDA), que también tendría cuatro, pero porque pierde un eurodiputado. Los progresistas D66 perderían la mitad de sus escaños para quedarse con dos, la izquierda verde de Groenlinks sube a tres, y el Partido Socialista (SP) también pierde uno y se queda con un único diputado.

Todos estos partidos han incluido en sus programas electorales, de una manera u otra, reformas urgentes en el funcionamiento y la estructura de la Unión Europea, con el objetivo de reducir gastos y promover políticas comunes aplicadas a todos en determinados asuntos, como la inmigración y la Defensa.

En cuanto a los dos partidos de ultraderecha: el Partido de la Libertad (PVV), liderado por Geert Wilders, sufriría un batacazo electoral porque pierde tres escaños a favor del otro grupo de la misma tendencia eurófoba, Foro para la Democracia (FvD), que entraría por primera vez en el Parlamento Europeo.

Un total de 16 partidos, de todas las ideologías, participaron en los comicios de ayer en Holanda, bajo la presión especialmente de la ultraderecha de FvD, que había llamado a un referéndum urgente sobre la continuidad de Holanda en la UE, el Euro y el espacio Schengen. - Efe